Plantilla corta, plantilla larga

Una manta. Los síntomas de cansancio que se apreciaron en algunos jugadores del Barça el pasado domingo en Mestalla, han vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre las rotaciones. A diferencia de otras temporadas, con Guardiola, en ésta Vilanova ha demostrado confiar en un equipo base bastante claro. Al margen de los problemas, por lesiones, en el eje central de la defensa a principios de curso que provocaron bastantes movimientos de jugadores, en el resto del equipo se han producido pocas variantes, hasta el punto de que jugadores con vitola de titulares, como Villa o Alexis, han perdido claramente esta condición y un fichaje como Song tiene poco protagonismo.

Pues bien, ahora que hay un once base se acusa la falta de rotaciones, aunque, por otro lado, el equipo se ha distanciado en la cabeza de la Liga mucho más que años atrás, lo que también puede ser consecuencia de jugar con once fijos que juegan de memoria. Por lo tanto, vaya una cosa por la otra.

Lo que sí parece contradictorio es que este año que hay una plantilla más larga, con un fondo de armario amplio, se recurra menos a los cambios que en las temporadas en los que en el armario había pocas piezas y, sin embargo, se tiraba de cantera. Solo les propongo que analicemos banquillos: Mascherano, Thiago, Song, Alexis, Villa por Fontás, Mascherano, Tello, Cuenca... En definitiva, que esto es como una manta. Si te tapas la cabeza, se destapan los pies.

Si rotas, tienen peores resultados. Si no rotas, aparece el desgaste. Yo creo que, llegados a este punto, el equipo se encuentra en una posición ideal para ir dando descanso a algunos (no todos de golpe) jugadores clave. Se ha conseguido un colchón confortabilísimo en la Liga y hay que pensar en la Champions. Así de claro. Desde este punto de vista, Vilanova lo ha hecho perfecto.