ESTO ES LO QUE HAY

Lo de Pep es malo y lo de Thiago, peor

Joan Mª Batlle

UN MAL DÍA. Todos sabíamos que Guardiola y Rosell no eran precisamente amigos ni pretenden serlo, que sus personalidades son absolutamente contrapuestas y que si el ego de uno es complicado, el del otro no le va a la zaga. Pero este ataque furibundo de Pep al presidente del Barça va mucho más allá de dos personalidades distintas, es una descarga de odio que en el momento de salirle de dentro ha estallado como un volcán en erupción. Por el bien del club tenía que haberse contenido, puesto que previamente no había sido provocado de forma pública.

Guardiola debe tener muy buenos espías en Barcelona para enterarse a 6.000 kilómetros de distancia de lo que Rosell y sus íntimos mascullan o maniobran en privado. Estoy convencido de que en la bodeguita del presidente no echan precisamente flores a Pep, pero esto es algo que no se puede demostrar. Y rebatir suposiciones no es precisamente característico de personas inteligentes como él.

Total, que volvemos a una grave división interna del barcelonismo. Mal asunto, pero, con todo, peor es lo de Thiago. Al fin y al cabo, que Rosell y Guardiola estén en guerra no afecta al equipo. Y si algún día a los dos les conviene, tirarán de hipocresía y harán las paces. En cambio, Thiago no volverá a jugar con el Barça. Se va el futbolista con mayor futuro de la plantilla, el relevo natural de quienes hoy hacen posible que el mejor fútbol del mundo se vea en el Camp Nou. Y además se va mal, por culpa de unos incompetentes que le pusieron una cláusula de broma, y a la casa de Pep de la mano del hermano representante. Todo esto es una pesadilla. Perder a un buen futbolista es mucho peor que aguantar ciertos ataques de cuernos. Ahí sí que Rosell tiene un problema. Según cómo corra la pelota, esto le hará mucho más daño que la guerra con Guardiola.