ESTO ES LO QUE HAY

Un penalty robado y un Barça fundido

Saúl Ñíguez entre Jordi Alba y Andrés Iniesta en el Atlético - Barça de la Champions 2015/16

Saúl Ñíguez entre Jordi Alba y Andrés Iniesta en el Atlético - Barça de la Champions 2015/16 / sport

Joan Maria Batlle

El robo arbitral fue claro, en el minuto 91 y cuando el Atlético acababa de marcar su segundo gol, de penalty por una mano clara de Iniesta, tan clara como la de Gabi que el italiano Rizzoli vio pero sacó fuera del área. Esa jugada, de haber transformado el Barça el penalty, lo hubiera cambiado todo. De entrada, hubiéramos ido a la prórroga y ahí creo que el Barça hubiera tenido una cierta ventaja emocional, por evitar in extremis una eliminación casi segura, y otra física, pues el equipo de Simeone había hecho muchíismo más desgaste que el de Luis Enrique. Pero, no nos engañemos, este penalty robado es el único detalle al que puede cogerse el Barça. Todo lo demás fue un desastre y superioridad rojiblanca en todos los terrenos. El Barça no existió en la primera parte, ahogado por el sistema táctico de Simenone, que ganó claramente el duelo de los banquillos. Y en el segundo tiempo, los jugadores barcelonistas quisieron pero no pudieron... y ahí está el gran quid de la cuestión. El Barça está fundido física y mentalmente. Por un lado, todos los balones divididos fueron para los atléticos y, por otro, no se vio claridad de ideas para armar las jugadas y crear peligro. Un solo chut en la primera parte y tres o cuatro acciones más no especialmente destacadas, en la reanudación, es muy poco para un campeón que estaba contra las cuerdas. Si a todo ello le añadimos que no aparecieron las figuras (qué te pasa Messi?) tendremos la explicació de un KO muy doloroso y del que habrá que recuperarse rápido porque la Liga no está sentenciada y los dos rivales madrileños ven tocado al campeón.