El nuevo Messi, el Messi de siempre

DEL TATA A LUIS ENRIQUE. El 0-5 del Barça de Luis Enrique al Levante llega un año después del 0-4 del Barça de Martino al Rayo Vallecano, el partido que significó un antes y un después en el proceso de adaptación del entrenador argentino, entonces casi recién llegado al Barça. Dice y repite el Tata que nunca entendió las críticas que le llovieron tras aquella victoria por goleada en campo contrario y que allí empezó a sentirse un extraño en el universo blaugrana. El caso es que el estilo y la posesión de balón entonces eran sagrados, pero el fracaso con el que concluyó la temporada abocó al club a afrontar el cambio de ciclo. Y ahí, Luis Enrique lo vio claro y supo desde el primer día que había que explotar las nuevas circunstancias, que ya no eran las mismas que antes.

Así las cosas, Lucho ha tenido que renunciar a la pureza máxima del tiki-taka para encontrar un nuevo equilibrio. El éxito, de momento, es total. Cuatro partidos, cuatro victorias. Once goles a favor y cero en contra, 12-0 en cinco partidos si le sumamos la Champions... a eso se le llama estar muy cerca de la perfección.

La cuestión es que Luis Enrique ha hecho el cambio que obsesionó a Martino. Ayer quedó claro que Messi hace de Xavi (dos asistencias, la primera a Neymar sensacional) y que esto estaba pensado y consensuado hasta el punto de cubrirse con el fichaje de Suárez para asegurarse la producción goleadora. Precisamente, la idea de que fuera Leo el que preservara el estilo que parecía que solo podía garantizar Xavi nació para asegurar el cambio. Ahí está la clave. Lo otro, la intensidad de Rakitic y Mascherano, la seguridad de Mathieu, el nuevo portero... son añadidos imprescindibles para que el motor del equipo ruede fino; pero, insisto, la piedra filosofal es el nuevo Messi, que es el Messi de siempre, el mejor del mundo. Y si Messi quiere, el éxito está asegurado.