ESTO ES LO QUE HAY

El nuevo Larsson jamás será como el viejo

El Barça trabaja con la intención de encontrar a un jugador como Larsson

El Barça trabaja con la intención de encontrar a un jugador como Larsson / sport

Joan Mª Batlle

Comprendo perfectamente las dificultades de los secretarios técnicos del Barça para fichar a un nuevo Larsson, un tipo de jugador que con el tiempo se ha convertido en leyenda, precisamente porque después de nueve años buscando y rebuscando en el mercado, no ha habido manera de encontrarlo. Lo de Larsson ha sido la mitificación del fichaje invisible, porque invisible, insípido e incoloro fue su contratación por el Barça en 2004. Su fichaje no levantó ninguna expectación entre los aficionados pero sí muchas dudas. “¿Un tío de 33 años que viene de una Liga tan poco competitiva como la escocesa? Ummmm, no sé, no sé”, fue la reacción generalizada. Larsson no era un jugador muy conocido y llegaba en el ocaso de su carrera y sin embargo... ¡boom! triunfó como actor de reparto.

otras circunstancias. Once años después de que Txiki diera con una tecla tan especial, las cosas son muy distintas en el Barça. Para que se hagan una idea, el tridente con el que el sueco tenía que competir era Giuly-Eto’o-Ronaldinho, más asequible para poder jugar que el actual, pues el francés Giuly era claramente una pata débil. Pero sobre todo, lo que ha cambiado son las exigencias. Se ha hablado tanto de Larsson, que el que venga tendrá que luchar contra su leyenda tanto o más que contra Messi, Suárez y Neymar. Estoy seguro de que cuando la secretaría técnica valora los pros y contras de los aspirantes, de alguna manera siente miedo al fracaso por comparación. Está claro, unos por la edad, otros porque juegan poco, los demás porque tienen un problema con el técnico o con el club de origen... cuesta decidirse. A este tipo de jugadores, si le miras los defectos acabas por no ficharles. Seguramente, Begiristain no se fijó en las pegas de Larsson porque no tenía presión. Hoy, con el precedente elevado a la categoría de fichaje cum laude, el nuevo Larsson no será como el viejo. Ahora bien, si hay que ficharle, se le ficha sin miedo y sin olvidar que algún riesgo ha de tener un tipo con más pasado que presente y que ha de venir regalado.