LA ÚLTIMA

Neymar será del Barça

Joan Maria Batlle

El fichaje de Neymar por el Barça ya es solo cuestión de tiempo. Las fases de la estrategia que el club blaugrana ha establecido para su contratación se van cumpliendo de forma inexorable. Primero fue el “no” del jugador y del Santos al Madrid que, como habrán observado por el silencio administrativo del entorno blanco, ya no tiene vuelta atrás. Florentino sabe perfectamente que Rosell se le ha adelantado, luego ya no procede hablar más del tema. Si acaso, dirán que este jugador no interesa y que no es tan bueno como para pagar lo que piden por él. No se lo crean: hace un mes, estaban dispuestos a pagar incluso por encima de su cláusula. Así que no cuela... pero, en fin, es su estrategia. La del Barça, insisto, ha sido la de asegurarse el control del jugador, darse un tiempo para ver su evolución deportiva y personal y, finalmente, ejecutar su fichaje.

Ocurre, no obstante, que ya se han establecido unos pactos económicos y que incluso se ha abonado una especie de paga y señal que determina claramente el final de la operación. El Barça ha pagado al Santos diez millones a cuenta del montante total del fichaje. Diez millones no son cualquier cosa, así que la decisión debería estar a salvo de cualquier duda deportiva. Cierto que si finalmente el Santos se echara atrás tendría que pagar una indemnización de veinte millones, pero está claro que la diferencia de diez tendría que ponerla el club que fichase a Neymar y no parece que haya muchos en estos momentos capaces de afontar regalos de esta envergadura. Si acaso, el Madrid, pero ya sería el acabose que Florentino le diera al Barça diez kilos por la cara. Otra opción sería que otro club, pongamos Manchester o cualquiera con jeque de generoso talonario lo quisiera, pero en tal caso sería porque Neymar confirmaría las condiciones que ahora apunta y lo normal sería que el Barça ejectuara su opción. La última posibilidad también se me antoja imposible, que el Barça renunciase a su fichaje y perdiese los diez millones. Eso también sería el acabose.

Así que la siguiente fase de la estrategia ya está activada y estos días lo hemos podido constatar con luz y taquígrafos, el acercamiento del jugador a los poderes deportivos del Barça, a Guardiola, a Puyol... y sobre todo, a Messi. Neymar está, digamos, bajo observación. Tiene el OK deportivo pero ha de demostrar que es lo suficientemente humilde y profesional como para no romper el equilibrio que hay en el vestuario blaugrana. Y eso pasa, muy especialmente, por demostar que no invadirá el terreno de Messi. Neymar solo tiene diecinueve años y está todavía muy lejos de ser un crack en toda la dimensión de la palabra, por mucho que mediáticamente en Brasil ya le hayan dado esa consideración. En el Barça no quieren a nadie con ínfulas que no corresponden y Neymar está en ello. “Hoy hemos aprendido a jugar al fútbol”, ¿quieren mayor declaración de amor? Así que a partir de ahora será buen chico y fichará por el Barça cuando el Barça quiera. Ya lo verán. Por la cuenta que les trae a todos.