Messi y su otro hecho diferencial con la mayoría de cracks

Cuando se habla de Messi hay que quitarse el sombrero. En todos los sentidos, por su talento como futbolista, el más grande que jamás se ha conocido en el fútbol, pero también por su profesionalidad y personalidad. Ya sé que entrenarse al máximo, cuidarse en su vida personal y llevar la disciplina a rajatabla es la obligación de todo futbolista que tiene la suerte de poder vivir de esta profesión, pero todos sabemos que no siempre es así y bastante menos cuando hablamos de supercracks. Cuando ves a Messi  ir a entrenarse un día de descanso y lo comparas con episodios y actitudes de otras figuras que por estos lares hemos tenido, te das cuenta de por qué Leo es el mejor del mundo y lo seguirá siendo muchos años más.

EL PLUS DE LA FAMILIA. La cuestión es que Messi vive para el fútbol y que otros viven o vivieron del fútbol, algo que siempre se ha identificado con Maradona pero que podríamos extender a muchos más. Lo más difícil para los cracks es protegerse de las tentaciones mundanas a los que se ven abocados por sus millones y los (las) cazafortunas que se les acercan. En este sentido, Leo también es un privilegiado pues tiene una familia que le arropa y da sentido a su vida personal. Desde que es padre, Messi es todavía mejor futbolista. Por algo será.