Messi no merece que le maltraten

ASÍ DE CLARO. Era de esperar, porque las pasiones siempre son irracionales y más en esto del fútbol que es pasión pura, todo o nada. Pero la virulenta reacción de la afición argentina contra Messi, o, si lo prefieren, de los canales de opinión argentinos que es de suponer que hagan suyo el sentir del pueblo, es lo más injusto, innoble y hasta insultante que se puede ver hoy en día. Comprendo la frustración de la derrota, pero acusar a Leo de falta de carácter, “pecho frío” como le llaman ellos, es poco menos que un pecado mortal.

Vamos a llamar a las cosas por su nombre. Los que tachan a Messi de poco implicado con su selección o no tienen memoria o tienen muy mala leche. Ellos son los primeros que deberían saber que Leo quiso jugar con Argentina cuando podía haberlo hecho con España. Fue la decisión de un adolescente, lo que tiene todavía más mérito y es más pura que las que toman aquellos que con más años y más picardía se mueven por dinero, negocio o intereses... ya saben, las cosas de los adultos. Messi lleva más años en Barcelona que en Rosario, pero su corazón y su cabeza son tan argentinos como el que más.

Vayamos ya a la final contra Chile. Me apuesto un simbólico café a que de haber ganado Argentina en los penaltis, Messi hubiese sido aclamado como héroe nacional. Y, señores, hubiese hecho exactamente el mismo partido, solo que habría salido agraciado en la lotería de los penaltis. Eso, sin tener en cuenta que fue el único que marcó su lanzamiento. 

En cualquier caso, insisto, Argentina debería estar orgullosa de su ‘Dios’ en lugar de renegar de él. Y si alguno tiene la tentación de entrar en comparaciones con Maradona, que se olvide. Hace ya mucho tiempo que Leo superó a Diego tanto en el campo como en el comportamiento fuera de los terrenos de juego. Así de claro.