ESTO ES LO QUE HAY

Messi es intocable

Messi es el único que aguanta con vida al equipo, solo necesita ser feliz

Messi es el único que aguanta con vida al equipo, solo necesita ser feliz / sport

Joan Mª Batlle

La situación en el Barça es tan complicada que el impacto por el cese de Zubizarreta apenas ha durado veinticuatro horas. Zubi ya es historia y, ahora, la historia que de verdad es trascendente es la que se escribe en el vestuario. Luis Enrique no solo no ha dado con la tecla táctica que dé resultados en el terreno de juego, sino que ha desquiciado a muchos jugadores con decisiones difíciles de comprender. Bien está la disciplina y el deseo de tenerlo todo bajo control, pero cuando se convierte en obsesión, en esa guerra no se puede ir solo. Hay que buscar y lograr la complicidad de los jugadores, que son al fin y al cabo los que tienen que creer en sus métodos de trabajo. Y eso se consigue con diálogo, no por imposición. Un líder, que es lo que nos prometió Luis Enrique que sería, lo es por su capacidad de hacerse respetar, no por la vía del ordeno y mando que da toda la impresión que es la que domina en el vestuario.

Siendo esto así, el conflicto entre este tipo de entrenador y Messi es lo más lógico del mundo. Luis Enrique no midió bien las consecuencias de dejar a Leo en el banquillo de Anoeta. En primer lugar, porque si el jugador tuvo dos días más de vacaciones fue porque él se los dio. Y en segundo, y eso ya no es cuestión de personalidad sino de capacidad profesional, porque tenía que saber que sin Messi, y sin Neymar, las posibilidades de ganar el partido caían sensiblemente.

La decisión de querer demostrar su autoridad donde no debía supuso un grave perjuicio para el equipo. Pero las consecuencias son peores. Si no se reconduce rápidamente la relación entre el entrenador y Messi, cada día que pase sin cortar por lo sano será lastrar la recuperación del equipo. Personalmente, soy pesimista. Cuando una relación se rompe, y más entre un entrenador del ‘morro fuerte’ y una estrella como Messi, no hay manera de recomponerla. Pasó con Cruyff y Weisweiler, con Schuster y Lattek, y pasará con Luis Enrique y Messi. Que Bartomeu no juegue con fuego. Messi es intocable, es el único que aguanta con vida al equipo. Solo necesita ser feliz. La pregunta es: ¿es capaz Luis Enrique de hacerle feliz? Espero que Bartomeu indague y sepa la respuesta.