Luis Enrique y sus circunstancias

Luis Enrique caerá mejor o peor, que no es algo que deba preocuparle demasiado porque bien poca cosa hace para caer bien, pero nadie puede negarle que es un entrenador de éxito en el Barça. Su problema son sus circunstancias, carácter e imagen especialmente, pero su primera temporada rozó la perfección, cinco títulos sobre seis. Si hay que traducir esto en nota, es un sobresaliente como una catedral. Por lo que respecta a la actual temporada, hasta hace un mes iba para matrícula de honor y ahora aspira todavía a un notable alto. El doblete Liga y Copa no es algo que se gane cada temporada y, además, deja abierta la posibilidad de un tercer título, precisamente la Supercopa de España que el año pasado se le escapó y que, de ganar, le permitiría completar todos los títulos habidos y por haber en solo dos temporadas. 

LA EXIGENCIA DEL BARÇA. Creo que estaremos de acuerdo en que si a los entrenadores se les juzga por los títulos, hay que desear larga vida para Luis Enrique en el Barça. Ahora bien, el Barça es el club más exigente del mundo y estamos todos tan bien acostumbrados, que a los títulos les pedimos todo lujo de detalles. Que vengan con buen fútbol, con espectáculo, con récord de goles, de puntos y que se ganen en febrero. Y sí, el equipo de Lucho no juega como el de Guardiola y ahora el entorno está en modo sufrimiento por el KO en la Champions y la incertidumbre en la Liga. Pero detalles aparte, no veo la razón por la que Luis Enrique, con contrato en vigor, no deba seguir. Incluso si terminara contrato, lo lógico 

sería renovarle... con el plácet de Messi, claro.