¡Ay, Luis Enrique, espabila!

¿CAMBIO DE CICLO? Salgo muy preocupado del partido de ayer. Muchísimo. El Barça no crece y el Madrid aparece como un equipo mucho más trabajado y efectivo. Es más, estaremos de acuerdo que este Barça de Luis Enrique fue ayer muy inferior al del Tata Martino en el Bernabéu la pasada temporada. Porque, señores, es en estos partidos frente a rivales cualificados en los que hay que medir realmente la talla de un equipo. Y hasta la fecha, dos partidos de verdad, dos derrotas. Y seis goles en contra.

Llevadas las cosas a este punto, que es al que hay que llevarlas, si el año pasado decidimos quemarlo todo después de ganar por 3-4 al Madrid, ¿qué hay que hacer ahora? Miren, nos vendieron un cambio de ciclo, pero veo la alineación de ayer y resulta que salieron ocho jugadores del año pasado. ¡Y los tres cambios eran el portero y un lateral, que no son precisamente posiciones determinantes en el esquema de juego, y el fichaje estrella debutante! Muy poco cambio de ciclo me parece. Y, además, tenemos que el centro del campo, la línea de creación de juego, fue exactamente la misma que toda la Liga pasada y la que sucumbió en las malditas semifinales de Champions contra el Bayern de hace ya dos temporadas. Entonces ya se habló de cambio de ciclo... y seguimos igual.

A lo mejor lo que pasa es que el equipo no ha cambiado tanto, que los fichajes no han sido tan importantes ni acertados. Que con Rakitic no hay suficiente para lavar la cara al centro del campo, que Douglas no es competencia para Alves y que Vermaelen es una broma de mal gusto. Que el centro de la defensa de ayer es el mismo que el de anteayer, con Piqué más criticado que nunca y Mascherano, que no es central. Para eso se fichó a Mathieu, pero ayer jugó de lateral... ¡Ay, Luis Enrique, espabila!