Luis Enrique es el director deportivo

La realidad. Aleix Vidal y Arda Turan. Dicho y hecho. Dicho por Luis Enrique y hecho por el Barça. El primero, por Bartomeu; el segundo, por la junta gestora, aunque todo el mundo entenderá que ha sido Bartomeu, que no deja de ser el que recibió la propuesta directa del entrenador. Pero aquí no se trata de atribuir la paternidad a los dirigentes, a menos que a efectos electorales a uno le interese y a los otros no, sino de constatar que el auténtico padre ya no solo de estas dos criaturas, sino del Barça que viene es Luis Enrique. El entrenador. Y el Director Deportivo.

De hecho, estamos ante lo que siempre ha sido la realidad en el fútbol español, por mucho que a efectos organizativos quede muy bien lo de una estructura encabezada por un director deportivo. Eso que en el fútbol inglés se llama mánager y que está por encima del bien y del mal. Pero, insisto, en España esto es una quimera. Aquí el entrenador quiere morir con sus ideas, pues al fin y al cabo le van a echar cuando los resultados sean malos. Así que si el que hace las alineaciones es el entrenador, el que ha de fichar también es él. De lo contrario, los fichajes que haga el mánager pueden morirse de asco en el banquillo.

Desde este punto de vista, cuando mejor le ha ido al Barça ha sido con entrenadores de fuerte personalidad que han pedido para sí toda la responsabilidad. Guardiola, por supuestísimo. Y ahora Luis Enrique, que va a controlarlo todo. También los fichajes. A Zubizarreta, con el que sintonizaba, se lo encontró cuando llegó. Pero después de ganar el triplete, se pondrá de teórico jefe a quien le dé la gana. Y aunque le llamen secretario técnico, será secretario del entrenador, dicho sin ánimo despectivo. Pero es lo que es. Y además es lo que funciona.