ESTO ES LO QUE HAY

Lucho y Pep, tan iguales, tan distintos

Luis Enrique y Guardiola tienen el carácter que tienen y creen en la filosofía que creen y con ello van a muerte

Luis Enrique y Guardiola tienen el carácter que tienen y creen en la filosofía que creen y con ello van a muerte / sport

Joan Mª Batlle

DOS MANERAS DE GANAR. Dos frases, dos declaraciones de intenciones, dos signos inequívocos de identidad. “Me cuesta firmar algo que no sea la victoria”, asegura Luis Enrique a pesar de que un empate e incluso una derrota mínima contra el PSG le valdrían para situar al Barça en las semifinales de la Champions. Mientras, Guardiola no se saca el smoking ni en una situación límite como es remontar dos goles al Oporto: “Yo solo gano jugando bien al fútbol”. Lo dicho, dos signos inequívocos de identidad.

En el fondo, Luis Enrique y Guardiola son tan iguales como distintos. Iguales porque no engañan a nadie, tienen el carácter que tienen y creen en la filosofía que creen y con ello van a muerte. Diferentes, porque, obviamente, cada uno ve el fútbol de una manera muy distinta. Luis Enrique es supercompetitivo y práctico: Ganar como sea, aunque detrás hay un trabajo físico y táctico muy importante. Guardiola, en cambio, es un gourmet al que solo le gusta cocinar y degustar buen fútbol. Ganar como sea no le hace feliz. ¿Será verdad que mea colonia o es solo una pose que alimenta para que el mundo le vea distinto a los demás? Hoy, ante el Oporto, su filosofía se pone a prueba.

En cualquier caso, lo que está claro es que un equipo es la imagen de su entrenador y que no hay entrenador en el mundo que gane títulos sin buenos jugadores. Guardiola ha tenido a los mejores en el Barça y en el Bayern y por eso puede apostar por el talento. Luis Enrique no ha tenido a los mejores hasta llegar al Camp Nou, pero su manera de entender el fútbol (ya como jugador era radicalmente distinto a Pep) pasa por el esfuerzo, por la máxima intensidad competitiva. Dos maneras de ganar, una con más glamour que otra, pero este año la combinación calidad-trabajo de Luis Enrique parece eficaz.