ESTO ES LO QUE HAY

Los récords y el señorío

Messi celebra uno de sus goles con sus compañeros

Messi celebra uno de sus goles con sus compañeros / sport

Joan Mª Batlle

Dos récords de Messi en tres días amenazan con dejar al Madrid y a Cristiano en estado de depresión. Sobre todo al Madrid, que ha vuelto a quedar en evidencia tras emitir en su televisión oficial que Cristiano Ronaldo es el máximo goleador de la Liga por delante de Zarra y de Messi, pese a que ha marcado 54 tantos menos que el mítico jugador del Athletic y 56 menos que el crack del Barça. El truco, barriobajero, radica en el promedio de goles por partido jugado, pero eso es ir contradirección con el resto del mundo mundial y arriesgarse a que le saquen los colores veinticuatro horas después, como así ha ocurrido.

El Madrid lleva un siglo presumiendo de su señorío, que tal vez lo tuvo un día, pero que desde luego ha perdido en los últimos años. Señorío hubiera sido felicitar públicamente a Messi por su récord en la Liga y esperar a mejor momento para reividicar a su Cristiano Ronaldo, que, efectivamente, en la Champions puede superar a Leo en cualquier momento. Incluso hoy si es capaz de marcar cinco goles en Basilea. Pero no, se han pasado el “caballero del honor” de su himno por el forro y ahora mismo son el hazmerreír de todo el mundo. Ese récord, el del hazmerreír, sí lo han batido. Y merecidamente. ¿Qué harán ahora que se le caen los promedios, no decir nada de que Raúl ha perdido el récord europeo?

En fin, peor para ellos. Lo único cierto es que, ahora mismo, Messi es el máximo goleador histórico de la Liga y de la Champions. Y lo más importante, que ha recuperado la chispa y el buen momento de forma que el Barça necesita para aspirar a todos los títulos. Ahora, en Madrid, solo les quedará la campaña del Balón de Oro, pero también tendrán que oirse que si el año pasado la fea maniobra de alargar el plazo de votaciones hasta la repesca mundialista dio el premio a CR7, este año estos dos récords refuerzan la candidatura del mejor futbolista del mundo que, se pongan como se pongan, es Lionel Messi. 

No hay más que añadir, que ladren, señal de que cabalgamos. Por lo demás, confirmar que el Barça ha regresado al buen camino. Nueve goles al Sevilla y al Apoel, y especialmente la resurrección de Messi, rubrican la reacción.