ESTO ES LO QUE HAY

Iniesta, como espejo y apoyo para Messi

Iniesta, capitán del FC Barcelona

Iniesta, capitán del FC Barcelona / sport

Joan Mª Batlle

Soy de los que piensan que el fútbol debe un Balón de Oro a Iniesta. El del 2010 debió ser para él o para Xavi, que ganaron lo mismo que Messi más el Mundial de Sudáfrica para España. Y en el caso de duda, don Andrés tuvo el enorme privilegio de marcar el gol que valió el título en la final contra Holanda. No hubiera habido Mundial sin el gol de Iniesta, o, por lo menos, no lo hubiera habido con la misma grandeza. O sea, que para Iniesta. Pero ocurre que Messi es el dios absoluto del fútbol. Y claro, nunca puede considerarse injusto que se lo reconozcan. Otra cosa es que Iniesta, como Xavi, insisto, tenga que retirarse sin un Balón de Oro. Es injusto, por ejemplo, que Cristiano Ronaldo ya tenga tres y Andrés, ninguno. Y saco a colación el tema a raíz de las palabras de Menotti, alguien que está fuera de toda duda sobre su buen gusto por el fútbol. Para él, Iniesta es el mejor futbolista del mundo. Y argumenta: “Gambetea, tiene juego, pase de gol, corre y más”. Y pone el dedo en la llaga, “no tiene perfil de marketing, habla bajito...”. Bien, todo lo que dice de Iniesta es cierto, lo importante, su calidad futbolística, y lo que no debería serlo, el adorno mediático, el tono de voz o el peinado de moda. Aquí se trata de valorar el talento, no lo superfluo.

Fútbol y carácter

Pero si hablamos de talento no lo hay superior al de Messi. Leo es el mejor del mundo y si quieren, a partir del segundo empezamos a hablar. Y sí, ahí Iniesta entra en el debate junto a otros mortales. También Cristiano Ronaldo, por cierto. En justicia, lo mejor que puede decirse de Iniesta es algo que también apunta Menotti: ha ayudado a la formación de Messi. Efectivamente, Messi no habría sido lo mismo si hubiera jugado en el Madrid. Por formación, por idea futbolística, por modelo, pero, sobre todo, por los futbolistas que tuvo a su lado en sus inicios, en esa etapa peligrosa en la que todo puede irse al traste si fallan los referentes. Ahí, Iniesta fue un inmejorable espejo y punto de apoyo. Le ofreció fútbol y, muy especialmente, carácter. Humildad, sacrificio y compañerismo, algo en lo que sí es el mejor del mundo. Algo que, también por cierto, no tuvo Cristiano... como muy bien dice el gran Menotti.