La final, un año en el Camp Nou y otro en el Bernabéu

El show de cada año con la sede de la final de la Copa del Rey ya está aquí. Lamentable show, por otra parte.  Cuando el Barça se clasifica, el Madrid se esconde o inventa cualquier excusa necia, como la de las obras en los lavabos del Bernabéu de hace unos años. Antes no sucedía, pero últimamente son tantas las afrentas que el Barça ha infligido al Madrid, que Florentino Pérez y compañía tiemblan ante la posibilidad de que los barcelonistas levanten una Copa en su casa. Cosas de la rivalidad creciente.

NO ES TAN DIFÍCIL. Hay una forma de evitar tanto deterioro a la imagen de la Copa y, a la vez, evitar suspicacias, alternar como sedes fijas los dos mejores campos de España, el Camp Nou y el Bernabéu. Un año en cada estadio y sabiéndose de antemano acabaría con las polémicas y daría el relumbrón que una final de Copa se merece. Máxima capacidad para que los equipos finalistas puedan desplazar al mayor número de aficionados, las mejores comunicaciones y ofertas hoteleras y terrenos de juego en perfectas condiciones. Y más negocio, a todos los niveles.No es tan difícil, solo hay que tener voluntad de hacerlo. Mientras ni siquiera se lo planteen los que tienen el poder de decidir, seguiré pensando que hay otros intereses turbios que prevalecen sobre el beneficio general.