Fichajes en elecciones

Ni en las elecciones menos abruptas de la historia del Barça, con el equipo campeón de todo y el ochenta por ciento de los mejores futbolistas del mundo jugando en el Camp Nou, el debate de los aspirantes a la presidencia consigue centrarse más en las ideas que en los fichajes. Es más, ni en esta ocasión singular y extraña en la que el club está sancionado y los fichajes se aplazan, como mínimo a seis meses vista, si no a un año, los conceptos éticos, sociales o económicos pasan por encima de la pelota, lo que confirma que el Barça es un Club de Fútbol, como indican las dos primeras iniciales de su nombre. Y que lo demás está muy bien, sí, pero ¿a quién vamos a fichar?

Miren si está todo esto claro, que en las mismas circunstancias pero con un título menos, pongamos la Champions aunque se hubiese llegado a la final, estoy seguro que Bartomeu no sería ya tan favorito. Y cuando digo las mismas circunstancias digo los casos Neymar y FIFA. Y que en la misma situación, Laporta tendría más chance. Y cuando digo la misma situación digo Uzbekistán, espionajes y Acción de Responsabilidad vigente. Es lo mismo que en la política, que los escándalos de corrupción restan menos de lo que parece. O por lo menos, restan muy despacio. Prevalece el carisma del candidato y los ganchos populistas tipo rebaja de impuestos o rentas básicas... los ‘fichajes’ del fútbol, en definitiva.

Total, que así estamos. Con un precandidato con carisma y otro con la confianza que le da el triplete recién conseguido. Aun así, los dos quieren a Pogba, el hombre que podría cambiar las elecciones, como ya pasó con el fiasco Beckham en el 2003, algo que ambos, bueno, un poco más Laporta que Bartomeu, saben muy bien de qué va. Los otros precandidatos, algunos sin mochila ni pasado del que esconderse, le dan mil vueltas a sus cabezas para presentar propuestas interesantes. Alternativas a Qatar, casi todos; Majó busca transparencia y piensa en el socio con el voto electrónico; Freixa se agarra a La Masia, Farré a una marca de ropa y una agencia de viajes propias. Trabajan, tienen mucho mérito, pero al final, lo mismo, ¿cuándo fichamos a Pogba?