ESTO ES LO QUE HAY

La dura batalla de Piqué

Gerard Piqué volvió a ser pitado

Gerard Piqué volvió a ser pitado / sport

Joan Mª Batlle

Víctima. Nada de lo que ocurre en el fútbol es ajeno a la sociedad en la que se desarrolla. Si acaso, todavía se agudizan más las pasiones porque las rivalidades entienden poco de razones. Piqué es víctima de la intolerancia que, desgraciadamente, gana terreno en la convivencia entre ciudadanos. Da pena escuchar los pitos y los insultos que se lanzan contra el central de la selección en los campos españoles. No es por nada, pero los aficionados increpan a uno de los suyos, a uno que lleva la camiseta roja y que ha hecho campeón de todo a España. Si fuera con su equipo, en este caso el Barça, aún podría entenderse en algunos casos por aquello de la rivalidad deportiva. Pero renegar de un futbolista que defiende un interés común es síntoma de que la fractura, la incomprensión y el odio vienen de otra parte.

No nos engañemos. A Piqué no se le silba solo por sus referencias al Madrid, que en todo caso tendrían razón de ser en el Bernabéu. A Piqué se le maltrata por sus opiniones políticas, por estar a favor de la libertad de expresión. ¿Saben aquello de ser políticamente (y nunca mejor dicho) correcto?, pues eso, Piqué no lo ha sido. Este ejercicio de hipocresía no va con él y su sinceridad le ha condenado. Aquellos que querían un rostro popular en el que cebarse, ya lo tienen. Así de duro, así de injusto.

Esto no quiere decir que Gerard sea un dechado de virtudes, ni mucho menos. A veces no calcula el efecto de sus acciones. Ese póker, esas salidas nocturnas, la última en Gijón y con permiso de Del Bosque, pero perfectamente evitable... Eso no le ayuda. En el país de la envidia, todo esto es letal, como estar casado con Shakira y tener esa imagen de hombre moderno y triunfador. Entre unas cosas y otras, en este espacio perverso de las redes sociales, Piqué lo pasará mal. Ya le han colgado el sambenito y él solo pueda contrarrestarlo con fútbol. Esa es su fuerza y por eso ganará la batalla, aunque la batalla será muy larga.