Cuando un equipo tiene a los tres mejores del mundo

Tres días días después del 0-4 al Madrid, otro espectáculo ante la Roma. El Barça es, ahora mismo, una máquina de crear fútbol y goles imposible de parar. La Roma planteó su estrategia al revés del Madrid, ultradefensivo, con un achique de espacios brutal, pero le cayeron seis. La rapidez de ideas y de movimientos del centro del campo y el ataque barcelonista roza la perfección, si no la supera ya, pues por momentos uno tiene la impresión de que ya no se puede jugar mejor. 

El regreso de Messi ha sido como dar el último paso que faltaba para alcanzar la excelencia. Para aquellos agoreros y enemigos del Barça que pronosticaban que Leo volvería a frenar a Neymar y Suárez ahí está la respuesta del tridente. Los dos goles de Suárez, el segundo de una factura bellísima que le acredita como el mejor rematador del fútbol actual, el desborde de Neymar (el penalti fallado es anécdota) y el talento de Messi que ahora ya se mueve por todos los lados y en todos deslumbra, con la guinda de los dos goles, el primero marca de la casa de esos que solo puede marcar él. Este tridente es estratosférico, no en vano está formado por los tres mejores futbolistas del mundo, Messi, Neymar y Suárez, por este orden. El talento, la magia y el gol. Ni más ni menos.

ESTILO ETERNO. No es por nada, pero el estilo Barça que instauró Cruyff, recuperó y mejoró Guardiola y ha evolucionado Luis Enrique sigue marcando la pauta. No en vano, el Barça y el Bayern de Pep mandan en esta Champions. Por supuesto que el Barça de Lucho no es el de Pep, ni el Bayern de Pep es el Barça del propio Pep. Pero la esencia es la misma. La idea de buscar siempre la portería contraria, mover al rival, priorizar el primer toque es irrenunciable y así, en el 

Barça si ya no está Xavi, está Iniesta; si no está Iniesta, como ayer, está Sergi Roberto; si no ha estado dos meses Messi, están Neymar y Suárez. Si a ello le unimos que Busquets y Piqué vuelven a estar en su mejor nivel, tienen ustedes a un equipo casi imbatible. Hoy, con la única posible excepción del Bayern, y habría que verlo, un equipo sin rival.