Cómo pasar de Larsson a un pipiolo

Si hacemos caso a Albert Soler, el fichaje del delantero incógnita responderá al perfil de un futbolista joven y con ganas de labrarse un futuro al lado de los mejores jugadores del mundo. Bueno, por lo menos ya sabemos algo, ya se han decidido por una de las dos líneas que nos habían avanzado, veterano o joven. Pero en este tema se van dando bandazos de una forma preocupante. No es de extrañar que lleven cuatro años sin decidirse, porque para decidirse primero hay que tener las ideas claras. Por la pole position del cuarto delantero han pasado, en los últimos dos meses, Nolito (29 años), Vietto (23), Gameiro (29), Gabriel Jesus (19), Lucas Pérez (27) y hasta una tarde de verano alguien del club fabuló con Tello (23). Como lo ven, delanteros de todos los gustos y colores. Y no será ninguno de ellos... (o sí), vete a saber. Porque pasar de Larsson a pipiolos no es muy aleccionador. 

¡Ojo! ¿Larsson, he dicho (escrito) Larsson? Sí, sí, de golpe y porrazo me ha venido a la memoria el nombre del tipo que se ha convertido en leyenda por ser un buen suplente. Durante años, ¡diez hace ya que se marchó!, el sueco ha sido el paradigma del bueno  bonito y barato que busca el club para esta posición en la que hay que estar siempre preparado por si te toca jugar, sabiendo que te vas a estar diez meses para jugar diez minutos. Pues bien, después de tanta tabarra con Larsson, resulta que no va a ser un Larsson... (o sí). Ahora toca buscar a un chaval de no más de 22 años que tenga futuro y paciencia para estar en el banquillo. Lo que tendría que salir de la cantera y no sale, vamos... Y ¡ojo!, que la afición empieza a cansarse de tanto cambio de opinión.