ESTO ES LO QUE HAY

Arda Turan, la llave para el delantero

Por mucho que diga Luis Enrique, el turco tiene todos los números para marcharse

Por mucho que diga Luis Enrique, el turco tiene todos los números para marcharse / sport

Joan Maria Batlle

No nos engañemos, nueve centrocampistas para tres puestos son muchos centrocampistas. Incluso ocho, si consideramos a Sergi Roberto como lateral derecho, que, de momento, es mucho considerar. Así que lo más normal del mundo es que el Barça traspase a uno o dos de los jugadores llamados a ocupar el centro del campo y que por mucho que Luis Enrique quiera seguir contando con Arda Turan, el turco es el que más números tiene para abandonar la disciplina del Barça. Por razones tanto deportivas como económicas, aunque para el club las económicas sean, sin duda, las primeras. Y es que Arda aún tiene cartel en el fútbol europeo y se podría conseguir un buen ingreso y, a la vez, se liberaría una ficha alta, muy alta, de crack. Y a todo ello, hay que sumar que con la llegada de Denis Suárez y André Gomes su protagonismo futbolístico queda bastante diluido, aunque esta ya es opinión de Luis Enrique, que si finalmente se produce el traspaso siempre podría decir que es una decisión estratégica del club.

En estos momentos, un buen traspaso de Arda Turan sería una buena solución. Para fichar y para cuadrar mejor los números. Con los ingresos habría dinero para fichar ese cuarto delantero que sigue encallado porque salir al mercado corto de bolsillo y, además, no poder ofrecer al interesado más que un lugar a la sombra del tridente, es un gran problema. Al menos, con 25 o 30 millones más en el saco, la primera cuestión podría resolverse. Ahora bien, tampoco nos engañemos. ¿Quién puede pagar eso por Arda? Probablemente, Qatar y China, dos destinos para jubilados que no atraen al jugador. O el Nápoles, que si consumara el atraco Higuaín tal vez no le importaría pagar lo que aspira ingresar el Barça, que no es otra cosa que lo que le falta por amortizar de los 40 millones que costó el turco el año pasado, en una jugada precipitada en la que se pagó un alto caro plus electoral.