ESTO ES LO QUE HAY

Año de Mundial y fin de ciclo

Joan Mª Batlle

Cóctel letal. Los años de Mundial siempre han sido vistos con recelo por los grandes equipos, o sea, los que tienen a las grandes estrellas del firmamento futbolístico. No en vano, es humano pensar en que cualquier contratiempo, básicamente una lesión en los meses o semanas anteriores al campeonato, pueden dejarle a uno sin participar en un acontecimiento que se disputa cada cuatro años. Hablando en plata, un futbolista puede perderse la oportunidad de su vida por llevarse un golpe o hacer un esfuerzo de más.

La cuestión llevada al Barça de hoy apunta directamente a Messi, en primera instancia por ser quien es, y a algunos jugadores de La Roja que tienen la ilusión de pasar a la historia como bicampeones mundiales. También a Neymar, el que ha de ser icono mediático de un Mundial que se celebra en su país. Y más de uno y de dos, y seguramente de mil y de dos mil, verán fantasmas en ese edema en el pie que le tendrá justo cuatro semanas KO.

Siendo las cosas como son, el drama del Barça es que ha coincidido el fin de ciclo de su equipo con un año de Mundial. Así que al problema mayor, el que la incompetencia de sus directivos y ejecutivos deportivos han precipitado, se ha unido la circunstancia mundialista que cada cuatro años influye en la cabeza de las figuras. Hace cuatro años, por ejemplo, en ciclo ascendente se ganó la Liga, pero esta vez el cóctel ha sido letal.

No digo que Messi, Neymar, Xavi o Iniesta se reserven para el Mundial. Ni Cristiano Ronaldo, que el argumento también vale para él. Solo digo que piensan en el Mundial. Y la contrapartida está en los jugadores que no tienen segura su presencia en el Campeonato del Mundo y que se matan para que el seleccionador les convoque. Ahí, por ejemplo, el Atlético sale beneficiado. Koke, Gabi, Juanfran, el mismo Villa tienen otro tipo de influencia en la cabeza. También por eso su equipo está donde está.