UNA PLANTILLA IMPROPIA DEL PRESTIGIO 'ROSSONERO'

Solo queda el escudo del glorioso Milan

A 13 puntos del líder en la Serie A, el conjunto de Allegri es actualmente la imagen de la destrucción. No queda nada de aquel club capaz de atraer a los mejores jugadores del momento y que cautivó a toda Europa con su estilo

El Milan no levanta cabeza

El Milan no levanta cabeza / sport

Josep Coves

Octavo y ya a trece puntos de la Roma, líder de la Serie A, el Milan es hoy la imagen de la destrucción. La de un club que en su día presumió de marcar un estilo que cautivó a toda Europa, primero con Sacchi y después con Capello, y que era capaz de atraer a los mejores futbolistas del momento. Gullit, Rijkaard, Van Basten, Weah, Shevchenko...

El que fue un gigante del fútbol europeo, espejo en el que intentaban reflejarse los grandes del fútbol continental, cuenta con una plantilla que ha ido perdiendo calidad y experiencia en los últimos años.

Este Milan ya no es como antes.Ya no asusta. Ya no gana partidos con la camiseta. Los colores rossoneri ya no atraen a las grandes estrellas, que prefieren proyectos más ambiciosos, tanto deportivos como sobre todo económicos. Por eso, la política deportiva dictada por Berlusconi y que Galliani cumple a pies juntillas pasa por fichar a jóvenes con proyección o conformarse con los descartes de clubs que en su día compitieron de tú a tú con el Milan en los fichajes.

El Sharaawy, Niang o Poli responden a este perfil de bueno, bonito y barato por el que apuesta 'Il Cavaliere', en el que también abundan los fiascos como los de los catalanes Bojan o Didac Vilà. Balotelli, rebotado del Manchester City o Kaká, ninguneado en el Madrid, son el tipo de jugador que el Milan ha conseguido atraer a su plantilla. Jugadores rebotados de plantillas más ambiciosas, como antes Rivaldo, Ibrahimovic, Ronaldinho o Huntelaar.

A diferencia de los grandes proyectos deportivos que hoy lideran la Europa futbolistica, el Milan cuenta con un balance positivo entre fichajes y traspasos en el global de las cinco últimas temporadas. Con 198,5 millones gastados en nuevos jugadores y 230,7 ingresados, Berlusconi no esconde que el grifo a los grandes dispendios se ha cerrado. Y si surge la oportunidad de hacer negocio no duda. Por eso el Milan se va desangrando en un goteo sin fin: Thiago Silva, Ibrahimovic, Boateng, Cassano...

Shevchenko, el Kaká de la primera etapa y Pato son los últimos grandes fichajes realizados por el propietario del Milan durante los últimos 15 años. Tres jóvenes que representaban en su momento el poder económico y deportivo del Milan. Ese mismo club que mandaba en Europa y que hoy -un Scudetto y una Champions en nueve años- es un espectro de su pasado.