Juventus y Nápoles hacen los deberes antes de la Champions

La Juventus y el Nápoles abrieron la sexta jornada de Serie A con dos choques a priori asequibles. La ‘Vecchia Signora’ visitaba al Palermo y los ‘partenopei’ recibían en San Paolo al Chievo, que está protagonizando un gran arranque liguero. La Juventus se impuso al Palermo por 0-1 y el Nápoles batió por 2-0 al Chievo en un partido en el que los tifosi locales mostraron su apoyo al entrenador Maurizio Sarri en su enfrentamiento con el propietario del club, Aurelio di Laurentiis.

Para la visita a Palermo, Allegri, preparó un partido físico y con rotaciones. Pjanic no jugó contra el Sevilla, Higuaín no fue titular ante el Inter y esta jornada fue Dybala quien vio el partido desde la banca. También, el técnico ‘bianconero’ alineó a última hora a Dani Alves, dejando otra vez fuera a Lichtsteiner.

La figura de Pjanic como ‘regista’ sigue sin cuajar, sus lanzamientos en el centro del campo fueron demasiado largos y en ataque, la pareja Mandzukic-Higuaín tampoco da los mejores resultados. El croata lo intentó en innumerables ocasión sin éxito. Doble punta y ningún gol, algo que estudiará Allegri para el futuro. Con el gol en propia puerta de Goldaniga en el minuto 49, murió el partido.

En Nápoles, Sarri volvía a San Paolo después del empate a cero la pasada jornada en Génova. Delante tenían al Chievo y su sorprendente inicio de campaña, que ha llevado a los de Verona a los puestos altos de la tabla.

Comenzaron los ‘azzurri’ con superioridad, dueños del balón y organizados por Hamsik. Y después de dos ocasiones clarísimas de Manolo Gabbiadini, el italiano batió la meta de Sorrentino. La presión de los ‘partenopei’ no cesó y solo quince minutos después llegó el golazo de Hamsik. El eslovaco recibió, se perfiló y encajó un zurdazo por la escuadra, imparable para Sorrentino.

En la segunda parte, los napolitanos salieron con menos hambre, quizá reservándose para su próximo encuentro de Champions contra el Benfica. Floro Flores tuvo un mano a mano con Reina que puso entre las cuerdas a los de Sarri, pero salieron airosos con el 2-0 de la primera mitad.