El Manchester United se despide del título

El Manchester United se despidió del título igualando en un terrible partido frente al Burnley, una semana después de ser aplastado en Stamford Bridge y sumando su cuarta jornada consecutiva sin ganar en la Premier.

El Burnley, cuyo último resultado positivo en Old Trafford (3-3) lo consiguió en abril de 1974, volvió a evidenciar las carencias de unos diablos rojos sin chispa ni paciencia, sin un plan de juego y sin orden. Un equipo que a medida que pasaban los minutos fue perdiendo el control, atacando de cualquier manera y perdiendo los nervios.

Con Rooney apartado por tercer partido de la alineación (solo ha sido titular una vez en los ocho últimos), Mourinho dio sus primeros minutos en la Premier a Matteo Darmian, con una defensa inédita en un equipo lanzado al ataque desde el primer instante, donde los hombres de Mourinho buscaron la sentencia por la vía rápida.

Tuvo ocasiones el United para lograr su objetivo, pero penalizado por la falta de puntería de Ibrahimovic y la ordenada defensa del Burnley el partido fue perdiendo ritmo, hasta convertirse en poco menos que un correcalles durante la segunda parte.

El United ya suma cuatro jornadas sin ganar en la Premier, donde la lógica le aparta de cualquier aspiración

Expulsado por dos amarillas Ander Herrera a los 68 minutos, la desesperación de Mourinho se evidenció poco después cuando puso en el escenario a Rooney en un intento de cambiar la dinámica de un juego ya absolutamente roto.

Pero la recta final del partido lo único que hizo fue conducir a la hinchada del Manchester United a una depresión que le acompaña desde hace demasiado tiempo.

El Burnley, incluso, se atrevió a buscarle las cosquillas con una ambición se diría que temeraria, a la vista de la pasividad en el fútbol local, donde Ibrahimovic, un gol en diez partidos y cinco sin ver puerta, volvió a ser una rémora y el desempeño de Pogba volvió a quedar muy lejos de lo esperado.

Quince puntos perdidos en diez jornadas. Este es el presente del Manchester United en la Premier League, donde solamente un milagro podría devolverle las esperanzas.