Sus negocios futbolísticos, en la diana de la prensa británica

Mendes, bajo sospecha

Considerado como el representante más poderoso del fútbol mundial, el portugués ya está en el punto de mira

Kenyon y Mendes dominan el mercado con sus empresas

Kenyon y Mendes dominan el mercado con sus empresas / sport

Paul Giblin

El periódico Inglés 'The Guardian', de los más serios y fiables en las Islas Británicas en un extenso artículo, cuestionó seriamente el trabajo del 'superagente' Jorge Mendes y deja claro que el hombre que en buena parte controla el destino de futbolistas como Cristiano Ronaldo y el entrenador del Chelsea, José Mourinho, rompe las normas de la FIFA en cuestiones de conflicto de intereses.

El periodista David Conn, un experto en aspectos financieros y legales relacionados con el mundo del fútbol, firma una pieza que examina a fondo los negocios de Mendes, un hombre que ha disfrutado de un verano muy lucrativo tras cerrar el fichaje de James Rodríguez por el Real Madrid, solo un año después de llevarle desde el Oporto al Mónaco, y también el traspaso de Angel Di María al Manchester United y Diego Costa al Chelsea.

'The Guardian' ha tenido acceso a un documento de una empresa del representante explicando que buscaba 85 millones de euros de inversores a través de empresas afincadas en paraísos fiscales, para comprar jugadores en España y Portugal.

A través de dicho documento se ha descubierto que Mendes y el exejecutivo jefe del Manchester United y Chelsea, Peter Kenyon, avisan sobre la compra de 'derechos económicos' a cinco fondos de inversión afincados en la isla de Jersey (un paraíso fiscal).

Mendes confiesa que tiene un conflicto de intereses porque trabaja como representante de jugadores, mientras sus derechos económicos pertenecen a los fondos que luego aconseja. Esto va en contra de la normativa FIFA.

El portugués afirma que está detrás del 68 por ciento de todos los movimientos de jugadores hechos por el Sporting, Benfica y Oporto, durante el periodo 2001-2010, mientras el Sporting se ha quejado que cuando ha querido renovar a jugadores clientes de Mendes, se ha encontrado con que una de las condiciones para hacerlo es adquirir un porcentaje de los derechos que poseen los fondos con que trabaja el representante junto a Kenyon.

La empresa de Mendes, Gestifute, y la de Kenyon, Opto, son nombradas como asesores al fondo, por cuanto ellos ayudan en la identificación de jugadores, fomentan “colaboraciones” con “equipos de cantera” en España y Portugal y “utilizan sus relaciones con equipos en el Big 10,” para que estos clubs ricos fichen después a los futbolistas. 

El folleto de 'Quality Sports' habla abiertamente del dominio del futbol portugués de Mendes y de sus amigos dentro del deporte, citando a José Mourinho. Oporto, Benfica, Sporting, Braga y Atlético de Madrid se describen como “clubs socios,” con los cuales se va a hacer mucho negocio comprando derechos en jugadores. Futbolistas que luego, y a través de la influencia de Mendes, se venderán al ‘Big 10’ ganando mucho dinero para los inversores en lo que se explica es “una oportunidad única para invertir en el futbol”.

De acuerdo a la información, se esperan ganancias anuales de un 32 por ciento y el folleto se explaya en “la experiencia de los asesores de inversión, que tienen una amplia trayectoria trabajando dentro de la industria del futbol,” destacando sus excelentes “relaciones con equipos dentro del ‘Big 10’ con la capacidad económica para invertir en los jugadores con más talento y más altos valores.”

Mendes y Kenyon han “desarrollado muchas relaciones dentro de la comunidad del futbol y con el apalancamiento de estas relaciones han demostrado su gran  talento y agilidad para promover traspasos de jugadores.”

¿Qué significa 'apalancamiento de relaciones'? ¿Hablar entre amigos, compartir una copa de vino y luego apretar manos sobre un fichaje? ¿Presionar a un club para que venda a su estrella donde los amigos de Mendes son dueños de un porcentaje? Los lectores y los inversores sacarán sus propias conclusiones, pero queda bastante claro que hay alguien que tiene su dedo metido en cada pastel y eso se aventura peligroso para la salud del deporte profesional.