El Manchester City se va de fiesta

Las tradiciones son las tradiciones y en la Premier se respetan. Por eso la plantilla del Manchester City no cambió de planes cuando el lunes por la noche el Chelsea inflingió a los 'citizens'  la primera derrota en la competición.

La plantilla del líder del torneo inglés tenía previsto celebrar la tradicional cena de Navidad, con disfraces incluidos, como mandan los cánones, y así lo hizo en un local del oeste de Londres en la madrugada del martes.

Los jugadores se reunieron en torno a una Christmas Party en la que el resultado de Stamford Bridge quedó aparcado por unas horas.

Lo más divertido fue ver a los futbolistas disfrazados de las más variopintas maneras, reflejando su personalidad, o no, a través de su atrezzo. Barry y Agüero se caracterizaron de los ingenuos Wally y Harry Potter, respectivamente.

Otros, sin embargo, optaron por caracterizarse de personajes más agresivos, como Richards, que apareció como el cinematográfico Rambo y Balotelli, que lo hizo ataviado como Clint Eastwood en la trilogía sobre el hombre sin nombre. Por cierto, el internacional italiano volvió a llamar la atención por su retraso: previamente se pasó por otra sala de fiestas de Londres...

La moda retro llegó de la mano de Adam Johnson, un hippie en toda regla bajo la negra noche londinense, en tanto que Wayne Bridge también se apuntó al carro y se convirtió en el sosias del cantante de rock Ozzy Ousborne.

El portero Hart, casco incluido, hizo su aparición como si de un jugador de fútbol americano se tratara y Hargreaves fue Batman por una noche. La fiesta acabó sobre las 05.30 horas, según el 'Daily Mail'.