En Anfield Road se sienten traicionados por su actitud

El Liverpool pone a la venta a Luis Suárez

La negativa del goleador uruguayo a estrechar la mano del defensa franco-senegalés del Manchester United aún colea y puede tener repercusiones

Paul Giblin

Fichado a bombo y platillo hace poco más de un año para cubrir la marcha de Fernando Torres al Chelsea, Luis Suárez llegó al Liverpool convertido en uno de los delanteros más cotizados del fútbol mundial. Con apenas 24 años y una facilidad realizadora contrastada, tanto en el Ajax como con la selección uruguaya, Suárez estaba destinado a añadir su nombre a la lista de los Rush, Hunt y Hodgson como uno de los máximos goleadores del club de Anfield Road.

Un año más tarde, después de haber anotado 13 tantos en 36 partidos, Luis Suárez ya no es intocable. Si bien sus registros realizadores no son espectaculares no es la falta de gol lo que cuestiona su continuidad en la plantilla 'red', sino la falta de tacto para dar por zanjado el 'caso Evra'. La negativa a estrechar la mano del defensa del ManUnited, el sábado, y sus tibias disculpas un día después, a través de un comunicado colgado en la página web del club, han sentado tan mal en Anfield Road que ya piensan en obtener un suculento traspaso en verano.

Los diarios 'The Guardian' y 'Daily Mirror' publicaron ayer que Kenny Dalglish se siente traicionado por la actitud del futbolista, al que había defendido públicamente, por no haber pedido perdón a Evra. “Suárez nos engañó”, dicen desde el club, mientras el director general, Ian Ayre, también censuró al goleador uruguayo.

Las primeras especulaciones señalan que el Liverpool aceptaría traspasar a Suárez por una cantidad en torno a los 22 millones de euros, una cifra sensiblemente inferior a los 26,5 millones de euros que pagó al Ajax en enero de 2011. El Madrid y la Juventus suenan ya como posibles destinos del uruguayo, por quien el Barcelona ya se interesó cuando militaba en el Ajax. Ahora no entra en sus planes.

Las disculpas que, por boca de Suárez, fueron publicadas el domingo en la web del Liverpool podrían responder a una presión desmesurada del Fenway Sports Group, el grupo estadounidense que compró el club en 2010, en un intento de restituir su imagen a nivel internacional. Esta presión es la misma que ha ejercido el sponsor principal del club, el banco Standard Chartered, que aporta cerca de 25 millones de euros por temporada. “Estamos muy decepcionados con el incidente del sábado”, confirmó a través de una nota oficial.

Suárez, al igual que Evra, que gesticuló compulsivamente al final del partido, han escapado del yugo de la Football Association, que no los va a sancionar.