El Leicester da un golpe de mano a la Premier ganando al City

El Leicester ha convertido la utopía en un sueño que empieza a no ser imposible. Tenía enlazados Liverpool, Manchester City y Arsenal en lo que se consideraba la prueba definitiva... Y después de ventilarse al <strong>Liverpool </strong>en <strong>Fibert Way</strong>, este sábado aplastó al City en pleno Etihad. Una exhibición para la historia.

El equipo de Ranieri no solo ganó, sino que demostró que es el máximo merecedor de la gloria en la Premier, recuperando, con aumento, el recuerdo del Blackburn Rovers que conquistó el título en 1995 contra todo pronóstico. Y es que los rovers habían sido subcampeones un año antes... Y los foxes, colistas en febrero de 2015, se salvaron del descenso el pasado curso en la penúltima jornada.

Pellegrini avisó el viernes que este duelo no era "definitivo" en la suerte de la Premier, pero el Leicester se encargó de demostrarle que, definitivo o no, su ambición y orgullo es capaz de cualquier cosa. Y sus jugadores, claro. Tres minutos furiosos precisó el líder para dar el primer golpe.

En su primera aparición, eléctrica, Mahrez provocó una falta en el costado derecho y la sirvió con maestría, por bajo, para engañar a todos en una jugada ensayada que remató Huth, aquel central toscó que Mourinho se sacó de encima en el Chelsea hace nueve años...

Incrédula la hinchada del City, el Leicester dominó la situación a su antojo durante media hora larga en la que a Agüero no se le vio y Yaya Touré fue destrozado por el trabajo de Kanté, Drinkwater y Albrighton, que se adueñaron como quisieron de la zona ancha.

Rozó el empate el equipo de Pellegrini en la recta final, aunque antes pudo ya sentenciar el Lester, que agradeció la llegada del descanso... Y se preparó para convertir la victoria en goleada.

Si tardó tres minutos en la primera mitad Mahrez en servir el 0-1, él mismo se fabricó el 0-2 en el tercer minuto de la segunda, con una solvencia y brillantez insultantes, un recorte de genio y un disparo excepcional que engañó a Hart y despertó ya la euforia definitiva entre los fans del Leicester.

Desde ese momento la pesadilla fue constante para el Manchester City. Una imagen del palco, con la mirada perdida de Txiki Begiristain era el resumen de la realidad del equipo que dirigirá la próxima temporada <strong>Pep Guardiola</strong>.

Pero aún faltaba la puntilla, que llegó al cuarto de hora, con Huth, esta vez de cabeza, rematando a la red el centro servido por Fuchs, con la defensa citizen perdida y superada desde todos los ángulos.

Ahí acabó la discusión. Pudo aún aumentar la renta el Leicester y salvó la cara el City con el gol postrero, en fuera de juego, del Kun.

Para entonces buena parte de la hinchada local había abandonado el estadio entre los cánticos de los fans de un Leicester que ganó para largarse al frente de una Premier en la que ha dejado de ser un simple líder de papel para convertirse en aspirante a la gloria.