Premier League

¡El Leicester, campeón de la Premier!

El empate del Tottenham contra el Chelsea (2-2) convirtió al Leicester en el flamante nuevo campeón de la Premier League

Ahora sí, los jugadores del Leicester ya son campeones de la Premier League

Ahora sí, los jugadores del Leicester ya son campeones de la Premier League / EFE

Josep Coves

El cuento de hadas protagonizado esta temporada por el Leicester ya es real. Y tiene final feliz. El modesto club que dirige Claudio Ranieri es el nuevo campeón de la Premier League. Al empate firmado el domingo contra el Manchester United en Old Trafford (1-1) le siguió este lunes la igualada de su más inmediato perseguidor, el Tottenham, contra el Chelsea en Stamford Bridge (2-2) en un partido en el que los blues igualaron una desventaja de dos goles en la segunda parte y que permite a los foxes abrazarse a una gloria que ya les pertenecía pero para la cual debían certificarla aún.

No pudo ser en el Teatro de los Sueños de Manchester –no hubiera habido mejor escenario para una metáfora así-  y tampoco lo seré el King Power Stadium el próximo fin de semana. El histórico título pilló a Ranieri de regreso de Italia y a los jugadores en su día de descanso, a medio camino del nerviosismo de tener que depender de terceros y de la tranquilidad de una jornada que trataron de vivir como si nada junto a sus familiares y amigos.

Pero por más que trataran de hacer normal el día más extraordinario de sus carreras deportivas era evidente que la plantilla del Leicester, así como sus fieles aficionados, estaban viviendo el día más importante en los 132 años de vida del club. Un club del que surgieron los porteros Gordon Banks y Peter Shilton además de Gary Lineker, uno de los delanteros más letales del fútbol inglés y cuya figura encarna ahora Jamie Vardy, que en poco tiempo ha pasado de los campos de séptima división a ser el punto de referencia del ataque de Inglaterra.

De Schmeichel Vardy, el Leicester ha protagonizado la mayor sorpresa del fútbol profesional en décadas. Comparable a la hazaña de aquel Nottingham Forest de Brian Clough que pasó en dos años de segunda división a campeón de Europa. Ranieri, como Clough a finales de los 1970, ha conseguido formar una piña con sus futbolistas, a los que ha invitado a pizza cada vez que han ganado sin encajar un gol.

La seguridad defensiva ha sido una de las señas de identidad de un equipo entregado al sacrificio y solidario con sus compañeros. Los goles de Vardy y Mahrez no hubieran servido para nada sin la entrega indesmayable de Kanté, la firmeza de Morgan en el eje de la zaga y el trabajo sordo pero eficaz de Drinkwater, Albringhton Ulloa, sin olvidar la firmeza de Schmeichel bajo palos.

Sin hacer ruido y aprovechando los pinchazos de los grandes, el Leicester estuvo siempre ahí. La ilusión le pudo a la presión y cuando más justito parecía ir de fuerzas siempre llegó el gol que le dio los tres puntos, así hasta ser inalcanzable.