El enésimo lío de Mourinho

Era una de las incógnitas del verano. Lo que para muchos sería una bendición, para Mourinho se convirtió en un problema el lunes tener que decidir si alineaba a Thibaut Courtois o Petr Cech como portero titular en el debut liguero del Chelsea ante el Burnley. Al final, el técnico luso se decantó por el belga, que venía de cuajar tres temporadas brutales defendiendo la portería del Atlético de Madrid en calidad de cedido por el conjunto ‘blue’. 

Una decisión que no gustó nada a Petr Cech, guardameta que ha defendido durante los diez últimos años e ininterrumpidamente los colores del club de Stamford Bridge, siendo titular indiscutible y pieza clave de la consecución de tres Premier League, cuatro FA Cup, dos Copas de la Liga, una Europa League y la guindilla, hace tres temporadas, la Champions League contra el Bayern en el Allianz Arena, final en la que fue protagonista absoluto deteniendo un penalti a Robben en la prórroga. José Mourinho había anunciado días atrás que los porteros sabrían con mucha antelación cuál de los dos iba a ocupar la portería defendida por el Chelsea en Turf Moor, feudo del Burnley. Pero nada más lejos de la realidad, al parecer el preparador portugués comunicó instantes antes de saltar al césped que sería Thibaut Courtois el que debutaría como titular en el estreno liguero del conjunto ‘blue’. Lo que habría molestado al checo, más allá de la tardía decisión de Mourinho, habría sido no recibir explicación alguna, ni antes ni después, por su parte. Cech sabe desde que se confirmó el regreso de Courtois que deberá pelear duro por jugar, pero el gesto del de Setubal le ha decepcionado hasta el punto de estudiar una posible salida de la entidad de Stamford. Pese que está considerado uno de los hombres fuertes de Abrahamovic (actualmente sólo él, Terry y el recién regresado Drogba) sobreviven de los inicios del magnate ruso, la evidente pérdida de status del guardameta de 32 años podría precipitar la marcha de uno de los emblemas de la historia reciente del Chelsea. De momento, París Saint-Germain y Mónaco se han colocado en el podio para pescar en el puente de Stamford, atentos por si el jugador quisiera forzar su salida o el conjunto ‘blue’ buscarle una cesión. Mourinho ha insistido por activa y por pasiva que quiere que Cech se quede, pese a que al club inglés le sigue sobrando un extranjero en el plantel. 

El luso tiene muy presente lo que sucedió el año pasado cuando Petr se dislocó el hombro en el tramo decisivo de la temporada y tuvo que ser su suplente, Mark Schwarzer, de 40 años, quien ocupara tan esencial vacante. El arquero australiano cometió un enorme error en la derrota contra el Sunderland que prácticamente descartaba al Chelsea de la lucha por la Premier League. Jose no quiere que algo así vuelva a suceder y por eso quiere contar con dos porteros de absoluta garantía en su plantel (además de tener pesadillas con que pueda pasar lo de la última campaña, cuando Courtois se enfrentó al equipo propietario de sus servicios defendiendo los colores del Atlético de Madrid y fue pieza clave en la eliminación ‘blue’).

Sea lo que sea, la polémica está servida en las oficinas de Stamford y a Mourinho le ha golpeado un problema que, todo sea dicho, era previsible que pudiera suceder. A partir de aquí, el luso deberá tener mucha mano para controlar la convivencia de los dos porteros o desprenderse de uno de ellos para cortar de raíz el problema.