CHAMPIONSHIP

Brighton sueña con la Premier

El Brighton, que se mantiene invicto tras 18 jornadas de Liga en la Segunda División inglesa, sueña con un ascenso que sería histórico

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El Amex Stadium se llena en cada partido, con una hinchada que sueña con vivir el ascenso del Brighton a la Premier / sport

Jordi Blanco

Brighton ya es algo más que la playa de Londres, el escenario de las peleas multitudinarias entre rockers y mods de Quadrophenia o la ciudad en la que el IRA estuvo a punto de asesinar a Margareth Tatcher con una bomba de 50 kilosBrighton vuelve hoy a ser un escenario futbolístico. Lo que no es muy común.

Porque el Brighton & Hove Albion, que en 2013 2014 casi ascendió a la Premier, prolongó su record de invicto en la Liga hasta los 19 partidos (18 este curso) en un idílico inicio que le hace soñar con, al tercer intento, volver a una primera categoría de la que desapareció en 1983.

Entre aquel Brighton que descendió doce días antes de perder la repetición de la única final de la FA Cup que disputó frente al Manchester United y el que pelea hoy por ganarse un puesto en la élite han pasado tres décadas que parecen una eternidad. Del viejo Goldstone Ground ha pasado al moderno Amex Stadium, a partir de donde ha transformado la utopía en un sueño más factible.

Cinco años después de inaugurar el nuevo estadio y al cabo de siete de la llegada de Gustavo Poyet, con quien comenzó todo un 10 de noviembre de 2009Poyet, despedido un año antes con Juande Ramos en el Tottenham, se convirtió en el primer gran héroe de Brighton. Salvó al equipo del descenso a cuarta categoría en 2010 y al año siguiente logró el ascenso Championship, la segunda.

Para entonces ya era fijo Iñigo Calderón, incorporado en enero de 2010 desde el Alavés y quien nunca ha perdido la ocasión de proclamar que aquel extraño fichaje fue “una bendición” en su carrera. Tal es así que ahí sigue, siendo poco menos que una leyenda en el club.

Pensado para mantener la categoría, el Brighton rozó el play-off de ascenso a la Premier al año siguiente. En el vestuario ya se había instalado el carácter de Poyet, de quien Andrea Orlandi recuerda su personalidad: “Era un motivador nato. Te hacía creer que, realmente, eras el mejor”. Orlandi llegó en 2012 desde el Swansea y con él lo hizo Bruno Saltor, procedente del Valencia, que hoy sigue siendo indiscutible y, como Calderón, no oculta su felicidad. "El cariño que encontré desde el primer día ya me hizo sentir bien. Y con el tiempo disfrutas" advierte el catalán.

Sin que nadie lo pensara, por sorpresa, el equipo se instaló arriba y un gol de Ulloa en Elland Road en la penúltima jornada le clasificó para su primer play-off de ascenso a la Premier, donde fue eliminado en la semifinal por el Crystal Palace, que para el Brighton vendría a ser lo que para el Barça es el Real Madrid.

Aquella eliminación aceleró el divorcio entre el excéntrico dueño del club, Tony Bloom, y Gustavo Poyet, que conoció su despido mientras participaba en un programa de televisión de la BBC. Cabe decir que Bloom es un curioso personaje, que hizo fortuna jugando a póker

Con los hinchas protestando por la salida del uruguayo, llegó Òscar García<strong>campeón de Liga israelí con el Maccabi Tel Aviv </strong>en su primera aventura profesional y tras ganarlo casi todo con el Barça juvenil. Y el catalán, un tipo de personalidad diametralmente distinta a Poyet, mantuvo el nivel de un equipo al que su presidente comenzó a desmantelar, conduciendo al entrenador a regresar a sus  orígenes dando protagonismo a los jóvenes Solly MarchRohan InceForster-Caskey o Jesse Lingard, hoy brillante en el Manchester United.

LA SUERTE Y LA PESADILLA

Y el Brighton, elogiado por la calidad de un fútbol con indisimuladas raíces barcelonistas, obró el milagro en el que muy pocos creían.

La suerte hay que salir a buscarla” contestó Johan Cruyff cuando el veinte de junio de 1993 le dijo un periodista en el Camp Nou que el Barcelona había sido <strong>campeón gracias a la fortuna</strong>, personificada en la derrota inverosímil del Real Madrid en Tenerife, por segundo año consecutivo.

En 2014 el Brighton llegó a la última jornada de la segunda división inglesa sin depender de él para alcanzar el play-off de ascenso. Séptimo, necesitaba, en Nottingham, mejorar el resultado del Reading, que jugaba en casa frente al Burnley que ya había ascendido. Y la jornada empezó mal, siguió peor y entró en un callejón que parecía no tener salida.

Pero tras una tarde de transistores, nervios y el Reading clasificado para el Play-off, llegó el milagro. “Si habíamos llegado hasta allí, teníamos que conseguirlo” recuerda ahora Òscar. Lo imposible de imaginar era que ese milagro fuera en el minuto 92 a través de un <strong>cabezazo de Ulloa</strong>, el que dio el triunfo por 1-2 y el pase al play-off gracias al 2-2 en Reading.

Lo merecimos. Lo teníamos todo en contra y vinieron a apoyarnos más de 2.000 aficionados a Nottingham. Será una tarde imposible de olvidar” rememora hoy Ulloa, cuyo excelente rendimiento le valió un traspaso al Leicester, en la Premier.

El play-off, con un equipo agotado y lleno de lesiones, desembocó en un tormento frente al Derby County y la <strong>dimisión de Òscar</strong>, desengañado con la política deportiva del dueño del club. Entonces llegó Sami Hyypiä en una etapa de depresión que se prolongó durante meses, con el equipo bordeando el descenso en la temporada 2014-15 y el finlandés renunciado para ser sustituido por Chris Hughton, que salvó el descenso casi de casualidad.

Y ahora, de la manera más inesperada aunque reforzando la plantilla a conciencia, el Brighton se ha encontrado llamando a la puerta de la historia. No conoce la derrota en 18 jornadas y comanda la tabla por delante de favoritos de la talla de MiddlesbroughDerbyCardiffFulhamBirmingham QPR.

Mientras Leeds Rovers permanecen en la invisibilidad y Bolton Charlton luchan por no descender, Brighton vuelve a ser un escenario futbolístico. Algo que ya soñaron sus fans más veteranos durante los ocho meses que estuvo Brian Clough al frente, en 1974, o los cuatro años (entre 1979 y 1983) que jugó en Primera.