Rory McIlroy acude a la llamada del presidente Trump para jugar a golf

El presidente de Estados Unidos, el polémico Donald Trump se olvidó por unas horas de todos las críticas que le rodean a diario por sus controvertidas decisiones presidenciales, para disfrutar el domingo de una ronda de golf con uno de los mejores del mundo, el norirlandés Rory McIlroy.

Ambos salieron a jugar 18 hoyos en el campo propiedad del magnate, el Trump International, después que el presidente, de fin de semana en su mansión de Florida, decidió hacer una llamada al norirlandés el sábado por la noche invitándole a jugar.

Decirle no a un presidente y si encima resulta ser Trump, no es una idea inteligente así que McIlroy aceptó la invitación a pesar de estar recuperándose de una fractura de una costilla que le tiene alejado de la competición desde hace unas semanas. “No tenía previsto jugar al golf hasta la semana siguiente, pero hice una excepción por el presidente”, reconoció.

McIlroy disfrutó de la partida con Trump, al que acompañaron otros dos amigos del presidente. El norirlandés solo puso como condición jugar la vuelta en un carrito de golf, mientras Trump le siguió detrás. Y después de disfrutar de la jornada, el número tres del mundo aseguró que el nivel de Trump es más que decente. “Creo que acabó la vuelta sobre 80 golpes lo que no está nada mal para un jugador de 70 años”, dijo McIlroy.

La estrella tiene previsto regresar a la competición dentro de dos semanas cuando se dispute el primer torneo de las Series Mundiales en México. McIlroy no juega desde hace tres semanas, aunque su estado físico ha mejorado tanto, que no pudo esquivar la llamada del presidente y jugar una vuelta de golf, algo que siempre podrá explicar.