El Girona se hace mayor en València

Rebelado contra la tomadura de pelo que sufrió en la primera parte, el Girona se llevó una victoria épica del Ciutat de València, sobreviviendo primero a Munuera Montero y a sus auxiliares y dando el golpe a partir del gol, golazo, de Borja García, rozándose la hora de partido para sumar su tercer triunfo consecutivo en una Primera División que empieza a mirar con otros ojos el proyecto de Pablo Machín.

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Liga Santander

LEV

1

2

GIR

Alineaciones

Levante
Raúl, Pedro López (Samu García 82'), Postigo, Chema, Toño, Jeferson Lerma, Campaña, Bardhi (Boateng 66'), Morales, Jason (Ivi 45') y Enes Unal.

Girona
Bounou, Bernardo, Juanpe, Muniesa, Pons Riera, Maffeo, Aday, Alex Granell, Borja García (Timor Copovi 69'), Portu (Soares 89') y Stuani.

Goles

0-1 M. 58 Borja García. 0-2 M. 83 Stuani. 1-2 M. 92 Unal.

Árbitro

Munuera Montero. Amonestó a Chema, Juanpe, Muniesa, Maffeo, Postigo, Pons Riera y Jeferson Lerma.

Campo

Ciutat de València. 18.360 espectadores.

Venció por 1-2 en una exhibición de solvencia, mandando primero, sufriendo después y resolviendo al final, con el jugadón de Portu que le regaló el gol a Stuani para sentenciar un triunfo tan merecido como histórico.

Fue una victoria cocinada a fuego lento. Con calma, temple y fútbol que en poco se pareció a la conseguida una semana antes frente al Real Madrid. Si al equipo de Zidane le derrumbó en base a ilusión e intensidad, al Levante lo derrotó con paciencia y sangre fría.

La paciencia de no caer en una depresión o perder los nervios tras una media hora inicial de vergüenza, en la que las decisiones de Munuera Montero y sus auxiliares le pusieron a prueba. Dio la sensación de ser un chiste cuando dos minutos después de ser amonestado a Chema se le perdonó la segunda amarilla, sin llegarse al cuarto de hora, en una falta gigantesca a Portu que se fue al limbo.

Ahí apuntó Machín... Tal como en un penalti no concedido al mismo Portu o en hasta cuatro decisiones de los jueces de línea, contrarios a la realidad e interés catalán, que parecían una auténtica tomadura de pelo.

Intuyó Muñiz esa realidad y trasladó a sus jugadores la conveniencia de apretar físicamente, no solo por evitar que el dominio futbolístico del Girona le provocase un disgusto sino, también, por la sospecha de que el arbitraje le concedería carta blanca en agobiar a los visitantes. A eso empezó a dedicarse el Levante, con brazos y codos, y lo sufrieron los de Machín, más centrados en el fútbol y menos en las tarascadas.

Borja García y Stuani le dieron forma a su merecido triunfo

Cerca del descanso Raúl evitó el 0-1 de Granell, en un disparo soberbio al que respondió de forma sensacional el meta local y agradeció en cierta manera el Levante la llegada del descanso, con el marcador nivelado a pesar de los merecimientos del Girona.

Quiso el equipo granota cambiar  el escenario en la segunda mitad y llegó a ilusionar a la grada con el zambombazo de Morales que salvó Bounou y que despertó al Girona, que empezaba a perder presencia en el campo y al que revolvió Machín, inmenso en su trabajo, para devolverle el control.

Y el gol. Golazo. Rozándose la hora de partido apareció como si nada Borja García... Y soltó un obús que se coló a lo bestia en la meta de Raúl, tocando el travesaño antes de convertirse en el 0-1 que trasladaba la justicia del campo al marcador.

Al golpe respondió el Levante con cambios e intensidad y pasó a defenderse con criterio y una cierta preocupación el Girona, conocedor de que ese 0-1 podía desaparecer en cualquier momento... Y sí desapareció, pero para dar paso al definitivo 0-2 de Stuani, que remató a la red la asistencia del excepcional Portu, tras su jugada magnífica hasta la línea de fondo.

En tiempo añadido el debutante Unal acortó distancias y convirtió el final en una preocupación evidente... Pero sin más tiempo. Merecía ganar el Girona y lo hizo. Con una exhibición de modales futbolísticos.