FÚTBOL

Villar busca un delfín

Volver a optar por séptima vez consecutiva a la presidencia de la Federación dependerá de cómo se resuelva el Congreso de la FIFA del próximo 26 de febrero, aunque la situación compleja por la que pasa su hijo Gorka también puede influir finalmente en su decisión

Villar, en una imagen de archivo

Villar, en una imagen de archivo / sport

S.F

Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), debería convocar elecciones a principios de enero –se espera que lo haga el 2, primer día laborable del mes–, cuyo proceso finalizaría en las últimas dos semanas de febrero. Sin embargo, la convocatoria está en el aire ante la situación convulsa que rodea a la FIFA y a la UEFA, de los que Villar es vicepresidente, por los casos de corrupción que tienen acorralados a sus principales dirigentes.

La decisión del Comité de Ética de la FIFA de suspender por ocho años a Joseph Blatter y Michel Platini ofrece la posibilidad al dirigente español de ocupar una de las presidencias, aunque su inclinación sería liderar la UEFA. Estas circunstancias retrasarían la convocatoria de elecciones a la RFEF, a la espera del Congreso de FIFA fechado para el 26 de febrero y actuar en consecuencia.

Esta situación no impide los movimientos internos en la RFEF y en el fútbol español hasta que se aclare el panorama y Villar tome una decisión de si volver a presentarse por séptima vez consecutiva y ampliar cuatro años más los 27 que lleva al frente del organismo futbolístico español. 

De momento se prepara una plataforma continuista y otras opciones que pelearían la presidencia una vez que se dé el pistoletazo de salida. José Miguel Monje, presidente de la Murciana, o Marcelino Maté, de Castilla-León, podrían postularse como relevos del actual presidente, aunque otra corriente señalaría a Jorge Pérez, actual Secretario General de Villar, que aunaría todas las fuerzas vivas federativas, incluidos Monje, Maté y el presidente de la LFP, Javier Tebas. Solo quedaría conocer la postura que puedan adoptar las federaciones territoriales más fuertes, como son la Catalana, la Andaluza o la Madrileña.

Son esbozos en el aire a la espera de la decisión que adopte Villar, cuya situación se complica tras la presunta implicación de su hijo Gorka en el entramado de corrupción que se persigue desde diferentes países con Estados Unidos como locomotora principal. El hijo de Villar, director general de la Conmebol, ha sido implicado por el expresidente de dicho organismo, Eugenio Figueredo –procesado y en la cárcel–, de extorsionar a clubs uruguayos que hace dos años denunciaron el caso pero que no tuvo consecuencias.

Es evidente que Gorka Villar accedió a cargos de responsabilidad en el organismo suramericano por ser hijo de quien es y la justicia, en caso de condenarle, podría ver tráfico de influencias para que llegara al cargo que ocupa. Una situación difícil para Ángel María Villar, que retrasa la decisión de seguir mandando en el fútbol español, dar el salto a Europa o incluso a la FIFA, posibilidad más remota que él mismo ha descartado en repetidas ocasiones.