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Vero Boquete: "Los futbolistas deberían apoyarnos más"

Vero Boquete sabe lo que es levantar una Champions porque la ganó con su equipo, el Frankfurt. Estuvo entre las nominadas para el Balón de Oro. El 6 de junio le espera su primer Mundial como capitana de la selección española. Con semejante currículum, cobrará 40 euros al día, no tendrá primas y su contrato con una marca deportiva solo le cubre la ropa. Bienvenidos al mundo real de una de las mejores futbolistas del mundo

Vero Boquete, campeona de la Champions League

Vero Boquete, campeona de la Champions League / sport

Carme Barceló

"Tuve más barreras fuera que en mi casa". A Vero Boquete su familia se lo puso fácil desde el principio. Y el resto del mundo, complicadísimo. Cuando empezó a jugar a futbol con 6 años quienes peor la trataron fueron las mujeres. “A las madres les daba mucha rabia que una niña fuera mejor que sus hijos -explica con una mezcla de rabia y tristeza- y me ponían todas las trabas del mundo. Qué duro, ¿verdad? Es muy fuerte que las de tu propio sexo pongan palos a las ruedas de una cría”.

Sabía que para seguir tenía que ser siempre la mejor. Este nivel de exigencia la ha acompañado y alimentado hasta hoy. En este presente hay <strong>una Champions ganada con su equipo</strong>, el Frankfurt, y un primer Mundial que empieza el 6 de junio, justo cuando el Barça se juega la suya. Entre secadores y barras de labios se siente igual de bien que pisando barro y marcándose los rizos con sudor. Vero Boquete es adaptable al medio por convicción y por obligación. Lleva en la mochila el rotulador por si alguien le pide una foto firmada, una botellita de agua y cien cosas más porque “yo no tengo un equipo de 20 personas que me lo llevan todo”.

No sabe lo que es ganar dinero con un contrato de imagen pero se muestra “super agradecida a Adidas por darme todo el material. Desde hace unos meses no me tengo que comprar las botas, que ya es mucho”. Formar parte de la selección española y jugar algo tan importante como un Mundial le supone “unos 40 euros diarios aunque hace cuatro días eran 25. ¿Primas? ¿Eso qué es?. Con todo, creo que este será un año trascendental para el fútbol femenino español. Tendremos más visibilidad, los medios nos harán más caso y muchas niñas se animarán a empezar y las que ya están, a seguir”. Uno de sus objetivos es que “estas crías no tengan referentes masculinos, no quieran ser Messi o Cristiano. Que tengan modelos femeninos como yo tuve a Marta, para mí la mejor del mundo”.

Vero echa de menos que sus compañeros se mojen por ellas. “No sé lo que es tener una conversación de tú a tú con un futbolista como yo, campeón de Liga o de Champions. Ni la Federación colabora ni podemos acceder a ellos estando en la misma ciudad deportiva concentrados. Es alucinante. ¡Con dos twets y una foto nos ayudarían tanto! Tendrían que apoyarnos más. Futbolistas, instituciones, medios, empresas importantes… todos”.

Una clienta de Tacha Beauty la mira por encima de la revista que está leyendo. “¿Es futbolista? ¿De verdad?”, me pregunta por dos veces. Boquete está tan acostumbrada a ser un ‘rara avis’ que “lo que me extraña es cuando no sorprendo a alguien. ¿Los hombres? Mis parejas, aunque ahora no tengo, se han sentido siempre orgullosos de mí. ‘Mi chica es futbolista’, decían encantados. Pero España sigue siendo un país machista y tiene que evolucionar mucho más. Se van consiguiendo cosas pero si lo comparas con otros países, estamos a años luz”. Sus colegas de Estados Unidos, donde ella también jugó, “son iconos mediáticos y ganan un dineral. Y en Suecia, Alemania...” . No tanto como Messi, del que Vero Boquete considera que “hay que inventar una palabra nueva para describirlo. Es un genio, el mejor. No hay nadie a su nivel. Nadie”.

Cuando clava los ojos en los tuyos y te dice que “para mí el fútbol fue, durante mucho tiempo, un deporte individual” sientes que lo ha tenido que pasar muy mal. “Me duchaba en mi casa o tenía que esperar a que todos los niños terminaran para entrar yo. Podría hacer un master de desigualdad”. No hace falta decir nada más. Pasen y véanla jugar. Es puro fútbol.