El Sevilla se lleva el derbi ante el Betis con un gol de Mercado

La alegría volvió a ser rojiblanca, como en los últimos enfrentamientos directos. Un gol de Mercado, al rematar con la espalda una falta botada por Nasri, provocó el delirio en el Sánchez Pizjuán en un partido que respondió a lo que suele deparar un derbi, ésto es, muchos nervios, más intensidad que calidad y polémica.

Menos de un minuto tardó en liarse una minitangana. A los 42 segundos, el bético Petros realizó una 'caricia' a Iborra y jugadores de ambos equipos se enzarzaron cerca de la banda. El colegiado Estrada Fernández tuvo mucho trabajo y en el minuto 25 se volvió a liar, en esta ocasión por una entrada con el pie muy alto de Bruno sobre Vietto, a quien casi golpea en la cara enfrente del banquillo sevillista, cuyos componentes saltaron como impulsados por un resorte para recriminar al verdiblanco por su acción.

Y de fútbol, en el primer tiempo, muy poco. La ocasión más clara la tuvo el Sevilla, después de que Vietto le robara la cartera a Bruno pero su posterior disparo impactó en un defensa. En la otra portería, poquísimo a destacar, pues Joaquín, el único bético que puso un poco de criterio, no encontró aliados.

Sin goles se llegó al descanso y el equipo de Jorge Sampaoli apretó todo lo que pudo en los inicios del segundo tiempo. Las mejores acciones las protagonizó Mariano por la derecha, aunque el gol llegó en una acción a balón parado con remate afortunado de Mercado, que remató más con la espalda que con la cabeza.

El Betis reaccionó pronto y un error del auxiliar al señalar un fuera de juego inexistente de Rubén Castro  impidió que el conjunto de Gustavo Poyet lograra el empate por medio de Álex Alegría. El Sevilla estaba dando síntomas de fragilidad pero pasado el arreón verdiblanco recuperó el control del encuentro. No estuvo lúcido para aprovechar los espacios que dejaba el Betis y sentenciar, pero el portal de Sergio Rico tampoco pasó por más situaciones de peligro. Otra tangana en el minuto 85 dio paso a un sprint final en el que el equipo de Sampaoli supo dormir el partido con constantes interrupciones para acabar celebrando una victoria que, ante el Betis, siempre le sabe mejor.