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Lin: "Me dijeron que me llegaría una oferta que no llegó nunca"

El segoviano deja el Barça tras seis exitosas temporadas pese a que hace dos meses su renovación se daba por hecha. Pese a lamentar este desgobierno que preside la sección, Lin se muestra muy agradecido al FC Barcelona

Lin y Rafa durante el Barça-Carlos Barbosa del domingo

Lin y Rafa durante el Barça-Carlos Barbosa del domingo / sport

DAVID RUBIO

Lin llegó al FC Barcelona Lassa en el verano de 2010 procedente de Caja Segovia y vive sus últimos días como azulgrana tras conocer la semana pasada que finalmente no entra en los planes del nuevo técnico, un Andreu Plaza que podría ser presentado este mismo sábado.

El segoviano ha sido un jugador muy importante en el mejor Barça de la historia y deja el club después de haber ganado tres Ligas, tres Copas de España, cuatro Copas del Rey y dos Champions.

El internacional español, de 30 años, ha fichado por el Partido Comunista, equipo de la Superliga rusa que también ha incorporado a otro español, Adri (ElPozo).

En Doha, Lin habló muy claro para SPORT.

¿Qué me cuenta de estas seis temporadas en el Barça?

El balance es espectacular y muy positivo. Pese a estas dos últimas temporadas en las que no hemos ganado ningún título y pese a que he sufrido bastante estos tres últimos meses por la incertidumbre, no puedo decir otra palabra que espectacular.

¿Lo esperaba cuando llegó de Caja Segovia en 2010?

No, la verdad es que no. Vine al Barcelona con toda la ilusión del mundo siendo un chaval, firmé por cuatro años y a base de trabajo y sacrificio renové un par de temporadas más. Así que muy contento por todo.

¿Qué ha sido lo mejor de estos seis años?

Todo. Me llevo muchísimas cosas. Yo vine de Segovia, una ciudad muy diferente a Barcelona. El club es increíble y no creo que haya otro igual en todo el mundo. Me llevo muchos amigos, que se han portado de maravilla conmigo. Incluso mi pareja, que es catalana y la conocí aquí. Mira, voy a corregir, no me llevo nada... lo dejo todo en Barcelona menos mi pareja (ríe), porque seguro que volveré.

Lástima de estos últimos meses, ¿no?

Hay que ser sinceros. Igual que la mejor palabra para definir mi etapa en el Barça es espectacular, también he de decir que lo de los últimos meses no lo había vivido nunca. Acabar contrato, no saber qué iba a pasar, que me comuniquen primero que no me quieren, después que me iban a renovar y después que se para todo con la destitución de Carmona… Ha sido una situación muy difícil y tanto mi familia como yo lo hemos pasado mal, pero la hemos sabido llevar. Al final son experiencias de la vida que te hacen madurar, es lo que hay y es lo que toca.

¿Se entera de que no seguirá la misma semana de venir a Doha?

Sí, es cierto. Oficialmente no nos podían decir nada, porque internamente el club nos comunica que no sabían quién iba a entrar y quién tenía que tomar las decisiones. Así que oficialmente no estaba ni fuera ni dentro del equipo, lo mismo que ha pasado con Wilde, porque a otros (Saad, Cristian y Gabriel) sí que los habían avisado con tiempo. Hasta un par de días antes de venir a Doha no me transmite mi representante que es oficial que no sigo en el Barça. Nos lo han dicho 10 días antes de terminar contrato... es complicado, es difícil, es duro, pero he mantenido la esperanza hasta el final.

Y eso que hace dos meses parecía todo cerrado...

Los contratos no están cerrados hasta que se firman, pero hace dos o tres meses me transmitieron la posibilidad de renovar y me dijeron que llegaría una oferta que nunca ha llegado. Pero no tengo que echar nada en cara a nadie. Estoy muy orgulloso de lo que he dado al club y muy contento por todo lo que el club me ha dado a mí.

¿Qué ha significado para usted Marc Carmona?

Le estoy muy agradecido, porque sin él no habría podido vivir esta etapa tan gloriosa en el Barça. Me trajo con 23 años, me renovó y hay que quedarse con lo bueno. Con él de 'jefe' he ganado todos los títulos y he aprendido muchísimo estos años, en los buenos momentos y en los malos. Lo peor para mí ha sido este último año. No he podido encontrar mi sitio en el equipo ni esa confianza que necesitaba. No he jugado lo que me habría gustado, quizá los compañeros han estado mejor, pero el que manda es el entrenador.

¿Por qué le ha costado tanto coger el ritmo en las temporadas?

Pues es una cosa que hablo con mis compañeros, con el entrenador, con mi familia, con mi pareja… No sé qué me pasa al principio, que la primera vuelta quizá estoy más tranquilo, no sé. Quizá me ha faltado confianza por una serie de circunstancias. Los jugadores no somos un botón, que ahora nos activamos y ahora lo apagamos. Pese a ello, creo que cuando han llegado los momentos importantes siempre he dado la cara. Las lesiones me han respetado y siempre he dado el máximo por el equipo.

Usted se medio despidió del Palau pese a no saber su futuro...

Lo hice por ser precavido. Una de las cosas más grandes que tiene este club son los aficionados, tanto los Dracs como todo el Palau. Esta sección ha conseguido tener una afición increíble, que nos respeta mucho y merecían que me despidiera tanto si me iba como si me quedaba, que habría sido lo mejor, despedida y la temporada que viene juntos otra vez. 

¿Qué le diría a la afición?

Que son increíbles y que gracias a ellos somos quienes somos. A un equipo siempre le hace falta gente que empuje y ellos son al aliento que nos da ese empujoncito tan necesario cuando las cosas están difíciles. De hecho, muchos de ellos son nuestros amigos y espero que siga siendo así durante muchos años, que los compañeros que vengan sigan tratando a la afición con el mismo respeto que ellos nos tienen.