Robinho: De la sombra de Messi a la oscura prisión

Algunos medios no ahorraron calificativos para loar a Robinho

Algunos medios no ahorraron calificativos para loar a Robinho

Josep Bosch

Josep Bosch

Robinho, recientemente condenado a nueve años de cárcel por la violación en grupo de una joven, ejemplifica un caso más del futbolista que crea muchas expectativas pero que no termina de explotar o no mantiene una regularidad en sus buenas actuaciones. De indudable calidad, algunos lo elevaron a los altares muy pronto, como rival de Leo Messi. Las comparaciones, en este caso, son muy odiosas.

Robson de Souza, Robinho, tiene ahora 33 años y juega en el Atlético Mineiro. Estaba alejado del foco mediático después de años de militar en fútbol de segunda fila, pero ha saltado al primer plano de la actualidad por una sentencia en Italia que le condena a nueve años de cárcel.

El jugador protagonizó un ascenso meteórico. Dio sus primeros pasos en un equipo de fútbol sala, Beira-Mar, donde Betinho, un ojeador del Santos, apreció sus cualidades. Pronto recaló en la cantera del Santos, dando el salto al primer equipo en 2002.

Con 10 goles en 29 partidos, Robinho fue clave en el título logrado por el Santos tras veinte años de sequía y el jugador fue considerado el más prometedor del campeonato brasileño.

En invierno de 2004 estuvo a un paso de firmar por el Benfica, pero el Real Madrid se inmiscuyó en el fichaje y lo incorporó a sus filas en el verano de 2005, con un traspaso cifrado en 24,5 millones de euros.

Los medios tienden, tendemos, a la exageración. Y en el caso de Robinho fue evidente. El brasileño tuvo un debut sonado en el Ramón de Carranza de Cádiz el 28 de agosto de 2005 dando una exhibición de su repertorio, de fintas, regates...

Bastó ese partido y la necesidad de los medios afines al madridismo de buscar un 'antiMessi', para que Robinho recibiera tantas loanzas, tantas exagerados calificativos, que vistos en perspectiva provocan hilaridad.

Robinho dejó muestras de ser un buen jugador, algo indudable, pero no demostró la categoría deseada por algunos ni sus buenas actuaciones, que las tuvo, tuvieron continuidad.

En la temporada 2006-07 empezó a apagarse su figura. El técnico del Real Madrid, Fabio Capello, es amante de jugadores de otro perfil y Robinho solo pudo mostrar su calidad en cuentagotas.

El brasileño pidió dejar el Santiago Bernabéu y aunque su destino preferido era el Chelsea recaló en el Manchester City, que pagó 43 millones de euros.

el jugador triatlón

La Premier tampoco fue un escenario favorable al estilo de juego del brasileño, conocido ya por aquel entonces como el jugador triatlón "porque corre, hace bicicletas y luego... nada", que aludía a su escasa capacidad goleadora pese a sus constantes filigranas. En 2010 fue cedido por el club 'citizen' al Santos, después jugó en el Milan con la irregularidad habitual y nueva cesión al Santos.

Tras una temporada en el Guangzhou Evergrande de China regresó a Brasil, donde juega en el Atlético Mineiro. Ahora deberá hacer frente a una sentencia que puede tardar años en ser definitiva.