ELIMINATORIAS MUNDIAL RUSIA 2018: BRASIL - ARGENTINA

Un gran Neymar deslumbra ante un Messi desdibujado

Neymar fue el gran protagonista de un partido donde Messi poco pudo hacer

xortunoargentina s lionel messi  r  and brazil s neymar v161111024649

xortunoargentina s lionel messi r and brazil s neymar v161111024649 / sport

TONI FRIEROS

Leo Messi, como Argentina, tardará en olvidar el partido de esta madrugada ante Brasil en el Estadio Mineirado de Belo Horizonte. La selección albiceleste, con Leo defendiendo su camiseta, había ganado los tres partidos de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Sin el delantero azulgrana, solamente uno de siete. Neymar, por el contrario, jamás le había hecho un gol a Argentina estando su compañero de equipo en el campo.

Las cosas se torcieron para uno y se arreglaron para otro. Argentina perdió por primera vez con <strong>Leo </strong>en este grupo, complicándose la vida hasta el extremo de que ahora mismo está fuera del Mundial a falta de siete partidos para completarse la clasificación... y Neymar logró su primer gol en una noche fantástica donde desplegó todo su repertorio para deleitar a la 'torcida' de su país. Un gol histórico por el contrincante en cuestión y porque era el número 50 que conseguía con su selección, a cinco de alcanzar a Romario y tras los pasos de Ronaldo, con 62, y el mítico Pelé con 77.

Este Brasil - Argentina, el clásico de los clásicos, también era el duelo de los '10', de las dos grandes figuras del fútbol mundial, de dos hombres que comparten su destino en el Camp Nou. Todo los ojos del mundo del fútbol estaban depositados en ellos... y vieron el triunfo de uno y la dolorosa derrota de otro. Una gran Brasil y una paupérrima Argentina. Un equipo con un método, un esquema y una ambición y otro equipo roto, sin orden táctico y al albur de la inspiración de un solo jugador, Messi.

Leo empezó la contienda como Argentina, dominando. En cinco minutos ya le habían hecho dos faltas y en media hora, cinco, provocando además la cartulina amarilla para Fernandinho. Lanzó dos faltas, ambas a la barrera. Obligado a bajar hasta más allá del centro del campo para poder recibir balones y armar el ataque argentino. Leo nunca tuvo a su lado auténticos acompañantes de lujo. Nadie para combinar, nadie para desmarcarse, nadie para recibir.

Neymar, por su lado, siempre escorado a la izquierda, como en el Barça, tuvo alegría y apoyos para combinar y construir jugadas. Al final del primer tiempo, con Zabaleta 'in albis' (¡qué mal partido del veterano lateral!), protagonizó dos grandes acciones. La primera, en el lado derecho, acabó en el poste. Y la segunda, en gol. Justo cuando iba a concluir el primer tiempo. Un gran desmarque suyo lo vio Gabriel Jesús, que le asistió. Neymar se plantó solo ante Romero y le batió con maestría. Ahí, si es que antes no se había acabado el partido, Argentina entregó las armas...

Lejos de cambiar la fotografía del partido para Argentina, empeoró, porque si había estado gris en el primer tiempo, en el segundo alcanzó la dejadez absoluta. Nada de nada. Y ahí, en esa planicie que era el terreno de juego, emergió Neymar para deleitar con sus galopadas, fintas, bicicletas, pases... Un espectáculo que sacó de quicio incluso a <strong>Mascherano </strong>y de forma especial a <strong>Funes Mori</strong>, que fue a cazarlo.

En el otro bando, su amigo del alma, Messi, a quien nunca pudo ganar un partido (iban cuatro a cero para el de Rosario),entró en una espiral de impotencia individual y colectiva solo maquillada por un tiro directo a las manos del portero brasileño y una brillante internada en el área local cuando ya moría la contienda.

Un duro correctivo para Argentina que eligió para perder en el peor escenario posible. Una noche en la que Neymar conquistó al mundo del fútbol y donde quedó claro que Messi solo no puede tirar de una selección donde hay mucho nombre (funesto encuentro de Higuaín Di María), pero muy poco talento.