El Kung Fú, la técnica que utiliza el fútbol chino para conquistar el mundo

Saltos mortales hacia atrás, patadas al aire que bien podrían ir destinadas a la luna o al sol, acrobacias alucinantes... Esa es la formación academía que están recibiendo los niños chinos que desean ser estrellas de fútbol. El Kung Fú es el arte marcial que han de aprender antes. Las técnicas milenarias han irrumpido para convertir a China en una potencia del fútbol, informó AFP.

A poca distancia del templo de Shaolin, la meca de las artes marciales, la escuela Tagou abrió el año pasado una sección de fútbol para unos 1.500 residentesde las más de 35.000 solicitudes recibidas.

Los futbolistas aprendices, niños y niñas que entrenan varias horas al día, tienen derecho a recibir formación futbolística.  "Respondemos a la llamada de la patria", señala el entrenador Sun Dawei, mientras que el presidente Xi Jinping, gran amante del fútbol, se ha marcado el objetivo de convertir a China en una superpotencia futbolística en 2050.

Pekín está invirtiendo grandes sumas de dinero con el fin  de alcanzar una cifra de jugadores insólita en cualquier parte del mundo: 50 millones de futbolistas en 2020. De momento, la selección nacional trata de clasificarse  para la Copa del Mundo aunque la edición de 2018 parece fuera de alcance el equipo del hijo del dragón.

"Buscamos combinar el fútbol con las técnicas de artes marciales de los monjes de Shaolin para crear un concepto original", dice Sun, que alcanzó el año pasado la titulación de entrenador de fútbol, explicó AFP.

TÉCNICAS DE ENTRENAMIENTO

Primero  los niños se dedican a dar volteretas en el aire hacia adelante y hacia atrás de un área a otra. Después, se reúnen y efectúan una coreografía de la lucha a puño y golpes con sus pies alaire.

El entrenador da instrucciones a un estudiante que recibirá una patada en el estómago. "Usted ve, yo consigo esquivar el golpe así", y le realiza el movimiento sobre la hierba.

La acción le valdría una tarjeta roja al autor, pero se trata de formación. O eso dícen, al menos.

"Con un kung fu básico, su flexibilidad y fuerza física aumenta mucho y es muy util para jugar al fútbol", dice  Sun. "Y saltar mucho en el aire también ayuda, como ya es sabido, a la hora de rematar corners, o de defender..."

Es del todo imposible no pensar en las películas de Hong Kong sobre los monjes Shaolín. Una película de 2001 narra las aventuras de un equipo de jovenes entusiastas de las artes marciales que ganan un torneo al salta por encima de sus oponentes.

"Volar y hacer piruetas será difícil", admite Linyuan Dom, de 12 años. "Pero estoy seguro que dar patadas circulares me ayudará a ser un mejor jugador de fútbol".

La escuela abrió sus puertas hace cinco años y está entre los tres mejores equipos de la de la provincia de Henan (centro de China). . Recientemente firmaron un contrato con una compañía británica para atraer a los entrenadores del Reino Unido, informó AFP.

La realidad, sin embargo, es tozuda y, por el momento, los jugadores tienen graves problemas en defensa, son poco acertados en los disparos, torpes en el control del balón... Eso sí, se mueven como los ángeles por el campo y corren, saltan como gamos...

El técnico reconoce que hay un mundo entre el fútbol y las artes marciales. Sin embargo, "somos la mejor escuela de artes marciales". Pues eso.