Los motivos del cambio de técnico en el Barça femenino

Llorens dejará de comandar la nave del Barça femenino

Llorens dejará de comandar la nave del Barça femenino / EFE

Miki Soria

Miki Soria

"Siempre estaré con el Barça femenino, si no es en el banquillo, será en un despacho o en la grada". Siempre que se le preguntaba a Xavi Llorens, todavía técnico del Barça, por su futuro, el de Cardedeu respondía de la misma manera, consciente de que llegaría un día en el que el club diera por acabada una relación que arrancó en 2006. Ese día ya ha llegado.

Con Xavi Llorens el Barça femenino las ha visto de todos los colores. Desde un descenso a Segunda rápidamente compensado, al desarrollo de un proyecto que terminó dando sus frutos con el paso del tiempo con la consecución de cuatro ligas, tres Copas de la Reina y siete Copas Catalunya, el legado que dejará el técnico en forma de títulos cuando llegue el 30 de junio y recoja sus cosas de la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

Sin embargo, el fútbol tiene ciclos y el equipo necesitaba un nuevo impulso de cara al futuro. Se ha conseguido ser uno de los mejores, por no decir el mejor equipo de fútbol femenino en España, siendo un modelo a seguir por su salto al profesionalismo. Incluso en Europa se ha hecho historia alcanzando las semifinales de la Champions, algo impensable hace unos años. Pero para dar un paso más y convertir al Barça en una potencia europea, al nivel de PSG, Olympique de Lyon o Wolfsburgo, se necesitan cambios en el banquillo. Sucedió con la selección española, cuando Ignacio Quereda dejó el banquillo tras 28 años en el cargo y llegó un Jorge Vilda con aires nuevos, una manera de hacer diferente y más cercanía con las jugadoras. Funcionó porque con el joven técnico España consiguió clasificarse a la Euro 2017 por la puerta grande y ganar el primer título de su historia, la Copa Algarve, pero también porque el ambiente en la selección hoy en día es inmejorable, sin vicios internos prolongados en el tiempo ni el desgaste que conllevan. 

El Barça quiere algo así. Manteniendo la filosofía de club, que es innegociable, incorporar nuevos métodos de trabajo, más propios de los días que vivimos, con los que las futbolistas sientan que aprenden y mejoran cada día en un ambiente más sano, lejos de episodios desagradables como algunos que han vivido en ese vestuario en los últimos tiempos. Que el equipo siga creciendo y respondiendo a los retos que les pongan por delante clubes cada vez más preparados, en España y en Europa. El presupuesto influye mucho, obviamente, pero también existe la sensación de que con la plantilla actual, el Barça podría dar todavía más. Conseguir todo eso, que no es poco, es el reto ahora de la dirección deportiva del Barça femenino de cara a la próxima temporada.