Dos caminos diferentes hacia la élite desde el Barça femenino

Aitana Bonmatí y Ona Batlle han seguido dos caminos diferentes

Aitana Bonmatí y Ona Batlle han seguido dos caminos diferentes / J.Ferrándiz/Madrid CFF

Miki Soria

Miki Soria

El verano del Barça femenino tuvo tres puntos de interés: el cambio de Fran Sánchez por Xavi Llorens en los banquillos, la llegada de futbolistas internacionales de mucho nivel como Lieke Martens o Toni Duggan y la marcha de varias canteranas en busca de unos minutos que cada vez van más caros en el primer equipo.

Un camino que siguieron hasta ocho futbolistas que la pasada temporada jugaron en el Barça B–que se proclamó campeón de su grupo de Segunda División por segundo año consecutivo- pero que no es el único que te puede llevar al éxito. El caso de Aitana Bonmatí y de Ona Batlle, dos futbolistas que se verán las caras este fin de semana en el duelo entre Barça y Madrid, lo demuestra.

"Un año para aprender"

Aitana cumple su segundo año en el primer equipo del Barça. Después de una primera temporada “de adaptación” en la que aprendió “cómo es la categoría y el día a día en un equipo profesional” afronta el segundo año en el Barça con la convicción de que quedándose crecerá como futbolista. “Sé que será un año difícil a nivel individual porque hay muy buenas jugadoras y quizá no podré tener tantos minutos, pero estoy segura que aprenderé mucho de ellas”, señala.

Tras superar una lesión muscular que la ha tenido un mes de baja, Aitana ha contado con la confianza de Fran Sánchez en los dos últimos partidos de liga. Incluso marcó en la goleada del Barça ante el Gintra su primer gol en la Champions. “Este año me noto con más confianza y más integrada con mis compañeras. Se nota también a la hora de jugar. Me siento más libre”.

La centrocampista, de tan solo 19 años, explica que no se planteó irse fuera, pero entiende que haya futbolistas de la cantera que hayan dado el paso. “Por un lado pienso que a muchas de estas jugadoras se les quedaba pequeño el filial y entiendo que buscasen una salida para crecer, aunque también es verdad que muchas son todavía muy jóvenes y que no se puede esperar llegar al primer equipo del Barça con 16, 17 o 18 años”, apunta. “Todo tiene un proceso, pero entiendo que haya compañeras que hayan buscado esas opciones y espero que les vaya muy bien”, añade.

"Necesitaba cambiar y progresar"

El caso de Ona Batlle es diferente. Tras seis años en la cantera del Barça la defensa catalana decidió este verano dejar el club azulgrana para unirse al proyecto del Madrid CFF, un recién ascendido que espera quedarse muchos años en la Liga Iberdrola y que le ha dado su primera oportunidad en la élite. 

“Me fui por razones deportivas. Llevaba ya tres años jugando con el filial y necesitaba cambiar y progresar”, confiesa. “No sé si con el tiempo acabaría llegando al primer equipo o no si me hubiera quedado, pero sé que era muy difícil. El Barça decidió que su apuesta sería fichar mucho para intentar ganar la Champions y ahí una chica de 18 años como yo lo tenía muy difícil”, reconoce.

Batlle respeta y entiende la apuesta del club, pero también considera que la gestión de la cantera debe mejorarse de cara al futuro: “No sé cuál sería la solución para que suban más futbolistas de la cantera al primer equipo, pero solo con el hecho de entrenar más a menudo con el primer equipo, muchas tendrían más esperanzas. No ya de acabar jugando en el Barça, sino de llegar a ser profesionales, que es lo que todas queremos. Sé que este año están apostando más, pero aún podría ser más fuerte”.

De cara al futuro, Ona no descarta algún día volver al Barça –“nunca cerraría las puertas a un club que me ha formado y al que estoy muy agradecida”-, club contra el que será “muy especial” jugar, pero agradece al Madrid la oportunidad que le ha dado. “No me arrepiento de la decisión que tomé. Hoy por hoy estoy en el Madrid y estoy muy bien, contenta con la oportunidad que me han dado y por haber apostado por mí”, concluyó.