El viento hace caer un trozo de la visera del Narcís Sala

Esta es la imagen del trozo de visera que se desprendió y cayó al suelo

Esta es la imagen del trozo de visera que se desprendió y cayó al suelo / UE SANT ANDREU

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El viento ha causado estragos este domingo en el estadio Narcís Sala de Barcelona, el escenario de los partidos de la UE Sant Andreu. Por suerte, sin que hubiera heridos por el incidente. Una parte de la uralita de la visera de la tribuna se desprendió y cayó violentamente, lo que supuso un gran susto para todos los presentes.

Ocurrió al mediodía, cuando se llegó al descanso del partido que el Juvenil F de la entidad cuatribarrada disputaba contra el Racing Sarrià B, correspondiente al grupo 13 de la Segunda División. Los participantes se retiraban a los vestuarios, cuyas bocas se encuentran en los laterales de la tribuna y no en el centro. En ese momento, parte de la uralita se desprendió y afortunadamente no alcanzó a nadie.

El árbitro del partido, Genís Baldomà, decidió suspenderlo con el 2-1 que registraba el marcador en ese momento. Ante la gravedad de la situación, la directiva de la UE Sant Andreu tomó la decisión de aplazar el resto de encuentros que debían disputarse este domingo en el Narcís Sala, a la espera de la reparación del desaguisado. Entre los equipos que habían de jugar estaba el Femenino de la entidad y el filial de Tercera Catalana, el Districte 030.

Una cubierta 'descubierta'

No es la primera vez que la cubierta del Narcís Sala es fuente de problemas. Años atrás ya se desprendió un trozo y el agujero que quedó estuvo mucho tiempo sin repararse. Con motivo de la eliminatoria de la Copa del Rey que el Sant Andreu disputó contra el Atlético de Madrid en diciembre de 2013, el tejadillo fue renovado pero desde entonces no se había realizado ninguna actuación más.

En un fin de semana en el que la climatología ya ha obligado a los aplazamientos de los partidos Deportivo - Betis y Celta - Real Madrid de la Liga Santander, el viento también ha hecho de las suyas en uno de los grandes escenarios del fútbol catalán. Ahora deberá ser el Ayuntamiento de Barcelona quien tome cartas en el asunto para reparar de forma eficiente una cubierta poco segura.