Catalunya se exhibe ante Galicia con una 'manita'

Olga García, autora de dos goles, driblando a la portera gallega

Olga García, autora de dos goles, driblando a la portera gallega / ALEX GALLARDO

Miguel Pérez

Miguel Pérez

Después de un empate y una derrota ante Euskadi en sus dos anteriores partidos de Navidad, la Selecció Catalana femenina viajó a Arousa para enfrentarse a Galicia en busca de su primera victoria. Y la logró a lo grande.  

El equipo de Natalia Arroyo dio toda una exhibición en el municipal A Lomba y pasó como un rodillo por encima de las gallegas, que nada pudieron hacer para evitar el vendaval de juego de las catalanas, sobre todo en la primera mitad.

Catalunya fue infinitamente superior y desde el primer minuto el partido se convirtió en un monólogo de la Selecció. Superiores táctica, técnica y físicamente, las catalanas llevaron siempre la iniciativa ante un rival que solo podía intentar sacudirse como podía las embestidas catalanas.

salida fulgurante

Con un juego de toque, una enorme presión y rápidas incursiones por banda la Selecció Catalana maniató a Galicia y llegó una y otra vez con peligro a la portería de Ana González. Tras un aviso de Olga en el 2’, Cárol marcó el primero tres minutos después con un disparo raso. Alexia se unió a la fiesta y en el 8’ convertía una gran jugada personal en el 0-2

Las gallegas, totalmente superadas, buscaban a su estrella, la jugadora del PSG Vero Boquete, pero era ella contra el mundo. Catalunya, consciente de su superioridad, cada vez se gustaba más  y las ocasiones se sucedían hasta que Olga sentenció el partido con dos golazos antes del descanso.

En la segunda parte las de Arroyo, sin dejar de dominar con claridad y buscar la portería rival, levantantaron el pie del acelerador y solo redondearon el marcador con un golazo de vaselina de Lamas.

“Ha sido un día para celebrar la calidad altísima que tenemos, Somos una selección potente, con jugadoras de mucho nivel. Lo sabíamos pero lo tenemos que demostrar”, explicó la seleccionadora, Natalia Arroyo, al acabar el partido. Una exhibición en toda regla que fue una declaración de intenciones.