Xavi Pérez, puro espíritu aventurero

El mediocentro ha militado en equipos de la China, Indonesia, Noruega y Canadá, donde hace escasas semanas se proclamó campeón de Primera División

Xavi Pérez saborea la medalla de campeón

Xavi Pérez saborea la medalla de campeón / sport

Gerard Aragón

“¿Dónde vas a estar mejor que en casa?”. El futbolista Xavi Pérez tuvo que lidiar con esta pregunta ante su familia cuando, en 2009, decidió hacer las maletas e irse a probar suerte en el extranjero. La respuesta se la ha dado un periplo que, en los últimos cinco años, le ha llevado a jugar en países como China, Indonesia, Noruega y Canadá. País, este último, en el que hace escasas semanas se proclamó campeón de liga y play-offs con la camiseta del York Region Shooters.

Las ganas de volar, el deseo de salir a ver mundo, acompañaron a este jugador de Santa Margarida de Montbui (Anoia) desde la infancia. El mediocentro, que ahora cuenta con 30 años a sus espaldas, se formó en las categorías inferiores del San Mauro con la vista puesta en el primer equipo. Pero por aquel entonces, a Xavi Pérez ya le picaba la curiosidad por lo foráneo. “De pequeño jugaba a videojuegos de ordenador, como el PC Fútbol, y ya me hacía gracia escoger a futbolistas extranjeros”, explica Xavi con nostalgia. Lo que vino después fue un salto al Manresa y de ahí al Santboià, donde disputó incluso dos promociones de ascenso a Segunda B. Llegados a ese punto, con 25 años y los estudios de INEF y Magisterio bajo el brazo, el centrocampista se planteó que había llegado el momento de liberar su espíritu aventurero.

“Consideré que había alcanzado lo que me proponía a nivel estatal y buscaba un nuevo estímulo”. Este lo encontró de la mano de Josep Gombau, a quien conocía de la Escola del Barça. “Me llamó para contarme que preparaba un proyecto en China y que, si estaba dispuesto, contaba conmigo. Entonces ya se le veían las 'orejas' a la crisis, y no me lo pensé”. Xavi Pérez cogió el pasaporte y fichó por el Kitchee de Hong Kong en una expedición de la que también formaron parte Sergi Aure, Ubay LuzardoBaruc y Albert Virgili. “Éramos de las primeras legiones de catalanes en el extranjero. Fuimos a abrir camino y con la misión de implantar el 4-3-3 en un equipo con escasas nociones tácticas”, relata el jugador, quien admite que la experiencia en Hong-Kong fue muy bonita. “Convivías diariamente con la mezcla de culturas asiática y occidental, y nos fue muy bien para romper el hielo con el inglés”, señala. Eso sí, el chino ya era otra historia. “Cuando voy a un lugar nuevo, intento aprender la lengua o, como mínimo, las expresiones cotidianas, pero en ese caso fue casi imposible... se trata de un idioma muy minucioso y con una pronunciación muy difícil”.

Tras una temporada en el Kitchee, con el que ganó una Community Shield, a Xavi Pérez se le abrió la posibilidad de aterrizar en Indonesia. Su nuevo destino, y el de su mujer (le ha seguido encantada a cada rincón del mundo), fue el Persijap Jepara, de la Primera División del país y situado en la isla de Java. “Nos cambió la vida. Pasamos de vivir en una ciudad cinco estrellas a un lugar subdesarrollado. El choque cultural fue muy grande, y me di cuenta de que no todo el mundo tiene la misma suerte. Hablamos de un país en el que ves que hay mucha gente que sólo tiene un plato de arroz al día y, aún así, es feliz. Los estadios se llenan con 30.000 espectadores, porque después del islam, el fútbol es su segunda religión”, detalla. Fruto del calor y la altísima humedad, Xavi sufrió una lesión muscular que truncó su primera campaña en el fútbol indonesio. En la siguiente temporada, no quiso forzar la máquina y se incorporó al Pro Duta, de la Segunda División, donde coincidió con el ex del Espanyol Toni Soldevilla. “Ganamos la liga y subimos de categoría. La satisfacción fue inmensa y es la experiencia de la que estoy más contento”, recalca. Pero cuando se trata de viajar no es oro todo lo que reluce. “Cuando vives lejos de casa, tienes que solucionar conflictos prácticamente a diario. Muchos jugadores que salen ahora de España por necesidad lo acaban pasando mal. Tienes que ser valiente y consciente de que, cuando estás a 7.000 kilómetros de casa, cualquier pequeña dificultad se vive de forma diferente. Muchos chicos que quieren cruzar la frontera se ponen en contacto conmigo, y no les miento. No todo el mundo está preparado. Por poner un ejemplo, recuerdo que en la casa de Indonesia, el sistema de canalización estaba estropeado y entraban lagartos venenosos por las tuberías... ante una cosa así ¿A quién llamas?”.

Cuando el panorama económico del estado del sudeste asiático empezó a sacudir el fútbol, el polivalente jugador –ha desempeñado el papel de central, lateral y medio ofensivo- optó por otro cambio de aires. Esta vez, en la otra punta del globo. El ex del Sanboià recaló en Canadá con la intención de utilizar esa vía como un trampolín hacia Estados Unidos, pero en territorio 'yankee' se encontró con muchas trabas a nivel de expediente y currículum. Así las cosas, militó en el York Region Shooters canadiense en la campaña 2012/13, resuelta de forma impecable en el torneo regular aunque cayendo en play-offs a las primeras de cambio ante el London City. Posteriormente, voló hacia Noruega dispuesto a firmar por el Valdres, de la Segunda División. Las dudas en la negociación y la poca seriedad de la entidad escandinava provocaron que Xavi se decantara por volver de nuevo al Canadá. Sería en la recién finalizada temporada cuando el jugador haría realidad su sueño de convertirse en campeón lejos de nuestras fronteras. Acabaron el curso invictos y se abrieron paso en la postemporada hasta batirse en un duelo final contra el Toronto Croatia, al que derrotaron en la tanda de penaltis. “Aunque en Canadá el fútbol ocupe un segundo plano -mandan el hockey hielo, baseball, curling y lacrosse, entre otros-, el campeonato ha supuesto un premio que ha dado sentido a todo esto”, asegura el jugador catalán.

Jugador, entrenador y representante

Xavi Pérez, que después de tanto viajar persigue ahora la estabilidad profesional, se define como un jugador ‘low cost’ y multidisciplinar. No sólo juega  y entrena, sino que además ejerce de su propio representante. Se encarga de mediar con los equipos, negociar contratos y ofrecer sus servicios. Incluso cuenta con una marca personal, ‘Xaviperezp’, para potenciar su imagen en la red.

Al centrocampista le han llegado ofertas para jugar en países del África e incluso del Oriente Medio, pero su meta ahora es asentarse y explotar su faceta como técnico, con la que quiere forjarse un futuro. “Desde que salí al extranjero me convertí en mejor jugador, pero ahora busco un proyecto sólido”. Su conclusión es que “el lugar no importa, siempre y cuando dispongas de las condiciones adecuadas. Puedes tener mejor o peor clima, pero mientras seas feliz, todo es relativo”.