L'HOSPITALET, 1 - LEGANÉS, 1

El Hospi, otro año en Segunda B

El Leganés cerró el paso al ascenso a un equipo franjirrojo que cayó por segundo año de la forma más cruel

Jordi Mèlix

No pudo ser. L’Hospitalet, por segunda temporada consecutiva se queda a las puertas de la Segunda División A y es el Leganés el que regresa a la División de Plata diez años después. Si en la pasada campaña, primero Tenerife y después Eibar le cerraron la puerta del ascenso al conjunto franjirriojo, en esta ha sido el Leganés el que, con un fútbol práctico y muy efectivo ha noqueado al conjunto de Kiko Ramírez. Los ribereños pagaron muy caro el mal partido de la ida en Butarque y fueron incapaces de remontar el gol de desventaja con el que afrontaron el de ayer. El escenario, con una Feixa Llarga llena hasta la bandera, no podía ser mejor y el equipo se dejó la vida en el campo, pero la falta de efectividad y la poca suerte, impidieron la remontada. Ahora tocará jugar un año más en Segunda B y volverlo a intentar la próxima temporada.

L’Hospitalet saltó al terreno de juego enchufadísimo y desde el primer minuto fue a por el partido con un fútbol a ratos muy vertical y a veces de toque. Adidai e Ibán Salvador volvieron loca a la defensa pepinera y el Hospi tuvo clarísimas ocasiones para igualar la eliminatoria. La primera, a los tres minutos con un balón que peinó Valentín y que se fue rozando el palo. El Hospi apretaba y el gol se mascaba. Ariday lo tuvo en dos ocasiones, en el 9’ y en el 19’. En la primera su disparo lo neutralizó con una mano milagrosa de Queco Piña y la segunda se fue fuera por muy poco. Faltaba efectividad. El Leganés se defendía bien y esperaba su oprtunidad para matar la eliminatoria. Sergio Postigo avisó en el 27’ pero su disparo, después de un excelente recorte dentro del área, salió desviado. En la segunda, los madrileños no fallaron. Faltaban segundos para el descanso cuando un balón colgado al área lo remataba Carlos Álvarez con una chilena espectacular que hacía enmudecer el campo. El Hospi tenía que marcar tres.

La segunda mitad empezó como los de Kiko Ramírez querían. Un riguroso penalti en el 51’ permitió a Aridai igualar el partido y daba esperanzas de remontar, como ya habían hecho en la primera ronda con el Cádiz. Pero el Hospi, aunque luchó hasta la extenuación, poco a poco empezó a acusar el esfuerzo y a ceder metros a su rival, mucho más fresco. A medida que pasaban los minutos se complicaba la gesta. El Leganés regaló el balón y no tuvo demasiados problemas para frenar las embestidas locales, cada vez más imprecisas. Akinsola tuvo la última en el 86’, pero Queco Piña, impecable la desbarató.