No veia nada claro su futuro

Take se cansa de esperar y regresa a Japón

Takefusa Kubo, una de las promesas del fútbol base del Barça ha decidido dejar el club

takefusa kubo

takefusa kubo / sport

Josep Capdevila

El 4 de junio, Takefusa Kubo cumplirá 14 años. Y de no mediar un milagro, ese día aún le faltarían 4 años antes de poder ver cumplido su sueño: jugar en el FC Barcelona. Demasiado tiempo. Demasiado sufrimiento de toda una familia que se lo jugó todo a una carta para que el sueño de su hijo fuese una realidad. Por eso Take y sus padres han decidido tirar la toalla. Se rinden. Y han decidido regresar al Japón. Su hijo no podrá jugar en el Barça pero por lo menos podrá jugar a fútbol. Un derecho fundamental para cualquier niño, por mucho que los mandamases de la FIFA no lo entiendan así.

Hace unos pocos meses el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, explicó en Catalunya Ràdio que estaban a punto de encontrar una solución para Take. Palabras. Solo palabras. La realidad es que Take ha seguido entrenando con el infantil A de Denis Silva pero sin ninguna opción de poder jugar. Y se ha cansado. El y sus padres. Y han decidido volver ellos y otro hermano pequeño que había estado en la FCBEscola y ahora jugaba en el Europa, a su país.

Ojalá allí pueda demostrar todo lo que vio de bueno en él Oscar Hernández, actual entrenador del Benjamín C. El fue quien le descubrió en Yokohama en el año 2008. Take era uno de los integrantes de la FCBEscola en Japón y desde el primer momento le gustó a Oscar. Vio en él a un jugador rápido, inteligente, asociativo, con gol y letal en el uno contra uno. Pintaba bien. Antes de ficharle quiso probarle en un torneo amistoso en Bélgica. No le defraudó. Fue escogido el mejor jugador de la competición. El Barça le fichó en edad benjamín pero ya se incorporó directamente al alevín C.

En el Barça, Take, cuando le han dejado, ha demostrado ser una gran promesa del fútbol. Pero la FIFA le cortó las alas. El y su familia han ido esperando y esperando. Hasta tirar la toalla. Ahora regresa a Japón para jugar. Ojalá dentro de cuatro años pueda volver al Barça y para jugar. Se lo merece.