Situación de crisis en el camión de Mercedes

El GP de España ha arrancado con sorpresa cuando los dos Mercedes, el del líder del Mundial Nico Rosberg y el del campeón Lewis Hamilton, se han tocado y han quedado fuera de carrera en la primera vuelta. Todo ante la atenta mirada de la plana mayor de Daimler, con su presidente Dieter Zetsche a la cabeza.

Hamilton ha salido del coche muy enfadado, tras lanzar el volante con rabia. Rosberg ha llegado al box sin quitarse el casco. Los dos han sido llamados a declarar por dirección de carrera para aclarar el incidente, pero mientras tanto, en el camión de Mercedes la situación de crisis era patente.

Niki Lauda ha dicho en televisión que la culpabilidad del accidente había que atribuírsela a Hamilton "por ser excesivamente optimista", al tratar de adelantar a Rosberg donde no había espacio posible. "Es estúpido. Podríamos haber ganado la carrera, Lewis fue demasiado agresivo".

"Han sido declaraciones en caliente de Niki, la telemetría nos dice otra cosa", ha afirmado poco después el jefe del equipo Toto Wolff con cara de circunstancias. Wolff ha comentado que "se trata de un incidente de carrera, una situación difícil de gestionar para el equipo" y ha añadido que "lógicamente los dos pilotos están muy decepcionados. Tenemos que analizar bien todos los datos y después volveremos a hablar con ellos". Sea como sea, está claro que el accidente traerá cola.