Renault, la casa de los líos

Lotus Renault no pasa por su mejor momento. La ausencia de su piloto estrella Robert Kubica y la falta de competitividad del R31 en manos de Nick Heidfeld y Vitaly Petrov primero, y Bruno Senna después como sustituto del alemán, ha relegado a este equipo de F1 a un tercer plano. Nada queda de aquella escudería con la que Fernando Alonso se proclamó bicampeón del mundo; y la temporada próxima no quedará ni el nombre porque pasará a llamarse Lotus.

Mientras, Lotus Renault sigue protagonizando titulares pero no por sus buenos resultados deportivos sino por sus problemas internos. El último han sido las críticas vertidas por el propio Petrov sobre la falta de evolución y prestaciones de su coche. Lo peor del caso es que el ruso tiene prohibido por contrato criticar a su equipo. Nada más cometer el desliz, Vitaly pidió perdón y desde el equipo dicen que está todo olvidado pero algo falla cuando un piloto vierte unos comentarios tan ácidos como quejarse de todo lo que ha perdido por las estrategias utilizadas por el equipo.

El baile de nombres de pilotos aspirantes a sentarse en el volante del Lotus la próxima temporada no hace más que generar más incertidumbre. Petrov tiene contrato el año que viene pero Boullier ha adelantado que los contratos tienen cláusulas de rescisión como la que utilizó Ferrari con Raikkonen. Y es que el finlandés ha sido el último en unirse a lista de candidatos.

“Nuestra prioridad no es tener un gran nombre en nuestras filas, sino tener un coche competitivo”, explicaba Boullier, que también apuntó que Romain Grosjean es su primer candidato a sustituir a Kubica por delante de Petrov y Senna. Menuda casa de los líos tienen en Lotus Renault, y eso que todavía queda un gran premio por disputar.